200
La vía rápida hacia nuevas competencias
educación superior, también gozan de poder de mercado, ya que pueden cobrar matrículas desproporcionadamente altas. El cuadro 5.5 ilustra cómo ha afectado la regulación (o falta de ella) de las IES que reciben financiación pública a los PCC de menor calidad en Estados Unidos.18 El dinamismo y la «rotación» del mercado de los PCC (capítulo 3) podrían plantear problemas para la rendición de cuentas, ya que quizá sea difícil garantizar la calidad o provisión de información cuando se crean, suspenden y modifican programas con frecuencia. La evaluación meticulosa de los programas que se crean y las evaluaciones anuales detalladas permitirían abordar algunos de estos problemas. Así es como abordan estas cuestiones —en un contexto diferente, pero también dinámico— las entidades autorizadoras de las escuelas semiprivadas más eficaces en Estados Unidos.19 Además, una buena regulación beneficia a
Cuadro 5.5 Supervisión y regulación: el caso de las instituciones con ánimo de lucro en Estados Unidos Al igual que en América Latina y el Caribe (ALC), muchos programas de educación superior en Estados Unidos presentan resultados insatisfactorios. Las instituciones de educación superior (IES) con ánimo de lucro imparten muchos de estos programas. Con el fin de proteger los cuantiosos recursos federales dedicados a la financiación de la educación superior, así como los propios recursos de los estudiantes y las familias, el Gobierno estadounidense ha intentado regular las IES.a Las instituciones con ánimo de lucro han sido objeto de especial preocupación porque cuestan más y, sin embargo, generan menores ingresos, un mayor nivel de endeudamiento y tasas de amortización de los préstamos más bajas que los programas comparables de otras instituciones, incluso cuando se controlan los factores de confusión o desconcertantes (Cellini y Koedel 2017; Armona, Chakrabarti y Lovenheim 2020; Cellini y Turner 2019; Gaulke, Cassidy, y Namingit 2019; Cellini y Chaudhary 2014; Cellini, Darolia y Turner 2020). Regulaciones anteriores lograron limitar las actividades de los programas e IES de bajo rendimiento. A principios de la década de 1990, muchos programas e IES con bajas tasas de amortización para estudiantes perdieron el derecho a recibir ayuda federal para estudiantes o tuvieron que cerrar (Darolia 2013; Looney y Yannelis 2019; Cellini, Darolia y Turner 2020). La mayoría de los estudiantes desplazados, a su vez, se trasladó a colegios comunitarios locales (Cellini, Darolia y Turner 2020). Las IES con ánimo de lucro crecieron rápidamente durante principios de los años 2000 gracias a la creciente popularidad de la educación en línea y a la laxitud de la supervisión federal. El número de matrículas aumentó aún más durante la «gran recesión», ya que su publicidad resultaba atractiva para trabajadores y muchos cursaron programas en línea para reciclarse. Para tratar de mitigar su impacto negativo, a mediados de los años 2010 el Gobierno federal impuso sanciones a varias instituciones y cerró otras. Además, restringió la captación intensiva de estudiantes por parte de las IES con ánimo de lucro, creó el sitio web College Scorecard para continúa en la siguiente página