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Introducción
CAPÍTULO 4
Factores condicionantes de la calidad de los programas de ciclo corto en América Latina y el Caribe
Lelys Dinarte Díaz1 y Marina Bassi
Introducción
Los datos presentados en los capítulos anteriores indican que la ampliación de los programas de ciclo corto (PCC) en América Latina y el Caribe (ALC) podría ser una vía prometedora para mejorar las habilidades de la mano de obra. Sin embargo, los países de la región se enfrentan al reto de ampliar los sistemas de PCC y, al mismo tiempo, garantizar su calidad. Según lo descrito en el capítulo 2, los resultados y el valor agregado de los PCC en ALC presentan una gran dispersión, lo que indica una amplia variación en la calidad de los programas. Sin embargo, se conoce poco sobre los factores condicionantes que determinan la calidad de los PCC; es decir, lo que hace que un programa sea «bueno» tras tener en cuenta las características de los estudiantes. La calidad parece ser una «caja negra» en la que las características de los programas interactúan entre sí y con las características de los estudiantes y dan lugar a un buen rendimiento de los estudiantes.
La falta de datos que establezcan una relación clara entre los aspectos específicos de los programas y los resultados de los estudiantes se debe, en cierta medida, a la escasa disponibilidad de datos sobre las prácticas, los insumos y las características de los programas. Los datos que suelen recopilarse en las bases de datos administrativas incluyen, en el mejor de los casos, indicadores básicos de insumos y características de los programas, como el número de estudiantes matriculados, la duración del programa, y la proporción de estudiantes por docente. En general, no se recopila información sobre los métodos que utilizan las instituciones y los programas para contratar, formar y evaluar a los docentes; cómo apoyan el aprendizaje de los estudiantes; o cómo establecen vínculos con las empresas locales,
que son los empleadores potenciales de los graduados. Para suplir este vacío, la Encuesta de Programas de Ciclo Corto del Banco Mundial (EPCCBM) recopiló datos exclusivos sobre estas actividades en cinco países —Brasil (los estados de São Paulo y Ceará), Colombia, Ecuador, Perú (programas con licencia) y la República Dominicana— gracias a la información facilitada por los directores de programas.
El objetivo de este capítulo es esclarecer los factores condicionantes de la calidad de los PCC. Para ello, se basa en Dinarte et al. (2021), un documento de referencia redactado para este libro. El análisis identifica las prácticas, los insumos y las características de los PCC que se asocian con los buenos resultados académicos y laborales de los graduados, después de tener en cuenta las características de los estudiantes y las instituciones. El capítulo comienza describiendo cuatro resultados que se utilizan como medidas de la calidad de los PCC: la tasa de deserción, el tiempo adicional para graduarse (TAG) que excede la duración oficial del programa, y el empleo formal y los salarios de los graduados. A continuación, los factores condicionantes de los PCC se agrupan en seis categorías que, según sugiere la bibliografía, podrían contribuir a la calidad. Estas categorías son la infraestructura, el plan de estudios y la formación, los costos y la financiación, la colaboración con el sector privado, el plantel docente y otras prácticas relacionadas con la admisión, la graduación y la gobernanza. Por último, el capítulo presenta las contribuciones estimadas de los factores condicionantes en estas seis áreas a los resultados de los PCC, tras tener en cuenta las características de los estudiantes y las instituciones.
Los principales resultados ponen de manifiesto que:
• En promedio, los programas declaran que siguen buenas prácticas y disponen de buenos insumos en términos de infraestructura, formación y plan de estudios, costos y financiación, colaboración con el sector privado, plantel docente y otras prácticas. Sin embargo, hay mucha variación entre los programas en estos aspectos. Aunque esta variación permite estimar la asociación entre los factores condicionantes de la calidad y los resultados, también suscita preocupación, ya que indica que muchos programas no adoptan buenas prácticas o insumos. Esto, a su vez, contribuye a la gran variación de los resultados que se documentó en el capítulo 2 • Entre las prácticas relacionadas con la colaboración del sector privado, y en concreto sobre el apoyo de los programas a la búsqueda de empleo de los estudiantes, aquellos PCC que cuentan con un centro de empleo suelen manifestar que casi todos sus graduados están empleados en el sector formal y que ganan salarios más altos. En cambio, algunos factores condicionantes relacionados con la colaboración del sector privado parecen guardar una relación negativa con los resultados de los graduados. En concreto, los programas en los que las empresas facilitan el equipamiento para la formación de los estudiantes tienden a informar de peores resultados en términos de empleo formal, mientras que los que tienen acuerdos para contratar a los graduados registran salarios más bajos, quizás porque los términos de dichos acuerdos no son
necesariamente beneficiosos para los estudiantes o porque los acuerdos podrían estar sustituyendo a otros acuerdos, como las oportunidades de prácticas. • Numerosos factores condicionantes relacionados con la estructura y el contenido del plan de estudios también parecen contribuir a los buenos resultados.
Los programas que tienen un plan de estudios fijo tienen menores tasas de deserción que otros programas con planes de estudios flexibles y mixtos.
Además, el hecho de ofrecer clases de nivelación durante el programa para subsanar las carencias cognitivas previas se asocia con un mayor nivel de empleo formal y de salarios entre los graduados. Además, el reconocimiento de créditos para continuar cursando programas de educación superior más largos y la enseñanza de competencias numéricas se asocian con salarios más altos entre los graduados. • Ciertas prácticas de admisión, requisitos de graduación y características de gobernanza también parecen ser relevantes para los resultados. Por ejemplo, los programas que cuentan con mecanismos de admisión más rigurosos (como entrevistas y pruebas de acceso adicionales para garantizar un conocimiento mínimo de los contenidos entre los estudiantes que comienzan sus estudios) informan de un TAG más corto y salarios más altos. Por el contrario, el requisito de una tesina para graduarse parece aumentar considerablemente el TAG promedio, lo que indica que los requisitos menos coherentes con el enfoque práctico de los PCC pueden ser menos eficaces. Además, los estudiantes de las instituciones de educación superior (IES) que cuentan con una junta directiva, además de un rectorado o decanato, muestran más probabilidades de finalizar el programa o de encontrar un empleo formal, lo que puede indicar que una estructura de gobierno más diversa puede atender mejor las necesidades de las distintas partes interesadas. • En cuanto a los costos y la financiación del programa, una matrícula más alta se asocia con tasas de deserción más bajas y salarios más altos entre los graduados. La asociación entre la deserción y la matrícula posiblemente sea una señal de la alta reputación del programa entre los empleadores. Por otro lado, la oferta de becas de las IES se asocia con un nivel de empleo formal más alto, quizá porque estas becas alivian las limitaciones presupuestarias y permiten a los estudiantes centrarse plenamente en su formación. • En general, la infraestructura se asocia positivamente con los resultados del mercado laboral. Los programas que declaran tener suficiente material y equipamiento para la formación, independientemente de la matrícula, y que proporcionan acceso a internet obtienen mejores resultados en el mercado laboral.
Aunque la literatura especializada sobre educación en general coincide en que el aumento de los insumos no es eficaz por sí solo para mejorar los resultados de los estudiantes (puesto que los insumos podrían no emplearse bien), los resultados de este capítulo sugieren que la disponibilidad de equipamiento y materiales adecuados, que son clave para la formación práctica, aporta a los estudiantes más habilidades que se rentabilizan en el mercado laboral. A su vez, garantizar el acceso a internet puede ampliar las oportunidades de búsqueda de empleo de los estudiantes y, por tanto, aumentar el empleo formal.