
5 minute read
con ánimo de lucro en Estados Unidos
educación superior, también gozan de poder de mercado, ya que pueden cobrar matrículas desproporcionadamente altas. El cuadro 5.5 ilustra cómo ha afectado la regulación (o falta de ella) de las IES que reciben financiación pública a los PCC de menor calidad en Estados Unidos.18
El dinamismo y la «rotación» del mercado de los PCC (capítulo 3) podrían plantear problemas para la rendición de cuentas, ya que quizá sea difícil garantizar la calidad o provisión de información cuando se crean, suspenden y modifican programas con frecuencia. La evaluación meticulosa de los programas que se crean y las evaluaciones anuales detalladas permitirían abordar algunos de estos problemas. Así es como abordan estas cuestiones —en un contexto diferente, pero también dinámico— las entidades autorizadoras de las escuelas semiprivadas más eficaces en Estados Unidos.19 Además, una buena regulación beneficia a
Cuadro 5.5 Supervisión y regulación: el caso de las instituciones con ánimo de lucro en Estados Unidos
Al igual que en América Latina y el Caribe (ALC), muchos programas de educación superior en Estados Unidos presentan resultados insatisfactorios. Las instituciones de educación superior (IES) con ánimo de lucro imparten muchos de estos programas. Con el fin de proteger los cuantiosos recursos federales dedicados a la financiación de la educación superior, así como los propios recursos de los estudiantes y las familias, el Gobierno estadounidense ha intentado regular las IES.a Las instituciones con ánimo de lucro han sido objeto de especial preocupación porque cuestan más y, sin embargo, generan menores ingresos, un mayor nivel de endeudamiento y tasas de amortización de los préstamos más bajas que los programas comparables de otras instituciones, incluso cuando se controlan los factores de confusión o desconcertantes (Cellini y Koedel 2017; Armona, Chakrabarti y Lovenheim 2020; Cellini y Turner 2019; Gaulke, Cassidy, y Namingit 2019; Cellini y Chaudhary 2014; Cellini, Darolia y Turner 2020).
Regulaciones anteriores lograron limitar las actividades de los programas e IES de bajo rendimiento. A principios de la década de 1990, muchos programas e IES con bajas tasas de amortización para estudiantes perdieron el derecho a recibir ayuda federal para estudiantes o tuvieron que cerrar (Darolia 2013; Looney y Yannelis 2019; Cellini, Darolia y Turner 2020). La mayoría de los estudiantes desplazados, a su vez, se trasladó a colegios comunitarios locales (Cellini, Darolia y Turner 2020).
Las IES con ánimo de lucro crecieron rápidamente durante principios de los años 2000 gracias a la creciente popularidad de la educación en línea y a la laxitud de la supervisión federal. El número de matrículas aumentó aún más durante la «gran recesión», ya que su publicidad resultaba atractiva para trabajadores y muchos cursaron programas en línea para reciclarse. Para tratar de mitigar su impacto negativo, a mediados de los años 2010 el Gobierno federal impuso sanciones a varias instituciones y cerró otras. Además, restringió la captación intensiva de estudiantes por parte de las IES con ánimo de lucro, creó el sitio web College Scorecard para
continúa en la siguiente página
Cuadro 5.5 Supervisión y regulación: el caso de las instituciones con ánimo de lucro en Estados
Unidos (continuación)
difundir información sobre los resultados de las instituciones, y estableció la «regla de empleo remunerado» (en inglés, Gainful Employment Rule) para obligar a las universidades a rendir cuentas.b Las autoridades responsables del diseño de las políticas y autoridades académicas hicieron hincapié en la importancia de proporcionar información para ayudar a los estudiantes a tomar mejores decisiones, quizá con el fin de establecer unos estándares mínimos de calidad y eliminar la cola más baja de la distribución de la calidad (Deming y Figlio 2016). En consecuencia, entre 2010 y 2016, la matrícula con ánimo de lucro disminuyó y se cerraron algunas grandes cadenas. Aunque la regla de empleo remunerado nunca llegó a aplicarse por completo, es posible que haya supuesto una amenaza que llevó a muchos programas de bajo rendimiento a cerrar (Kelchen y Liu 2019).
Como la mayoría de estas regulaciones se eliminaron o no se aplicaron en años posteriores, la matrícula con ánimo de lucro se recuperó. Durante la pandemia del COVID-19, la matrícula de las entidades con ánimo de lucro ha crecido un 3 % con respecto al descenso del 9 % de la matrícula de los colegios comunitarios. Dado que las instituciones con ánimo de lucro ya impartían la mayoría de sus programas en línea antes de la pandemia, se han adaptado fácilmente a la enseñanza en línea total y no han sufrido las pérdidas de matrícula que han registrado los programas presenciales. Además, han continuado gastando más en publicidad que los colegios comunitarios (Vázquez-Martínez y Hansen 2020). En general, la experiencia de Estados Unidos con las IES con ánimo de lucro demuestra que la supervisión y la regulación pueden mejorar la oferta de la educación superior, pero solo en la medida en que las normas estén diseñadas y se implanten de manera adecuada.
a. Este cuadro se basa en gran medida en Matsudaira y Turner (2020), y Cellini (2020). b. College Scorecard es una herramienta en línea con información a nivel de institución sobre costos y resultados (https:// collegescorecard.ed.gov/). La regla de empleo remunerado identifica los programas que conducen a ganancias que no permiten que las personas reembolsen los préstamos estudiantiles.
las nuevas IES de alta calidad. Dado que las nuevas IES no tienen una reputación que las preceda, el reconocimiento público de aquellas que son de alta calidad les permite captar estudiantes y fomenta el establecimiento de IES y la creación de programas de alta calidad.
En buena medida, las principales herramientas reguladoras que se utilizan en la actualidad para las instituciones y los programas de educación superior en ALC son la garantía de la calidad y la acreditación. Estas herramientas tienen un papel importante, especialmente cuando están bien diseñadas y se implantan convenientemente. Sin embargo, no deben emplearse para sustituir la supervisión periódica (por ejemplo, anual), junto con la divulgación de información y la disposición a desplegar la «primera línea de defensa» —es decir, suspender los programas con peor rendimiento— según sea necesario. Una de las tareas más importantes que ha de llevar a cabo la autoridad reguladora es la suspensión de los peores programas. Los países de ALC han lidiado con problemas de regulación durante los últimos años, como se ilustra en el cuadro 5.6.