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El estigma de los PCC
el 31 % de dichos estudiantes se transfiere, y menos de la mitad finaliza un título universitario.22 Entre el 69 % restante, muchos desertan sin obtener un título y tras acumular clases que habrían sido útiles si se hubieran transferido, pero que por sí solas tienen poco valor en el mercado.
La gran flexibilidad del plan de estudios «al estilo bufé» de los colegios comunitarios, que permite a los estudiantes elegir y acumular clases a voluntad, no parece ser de utilidad. De hecho, algunos de los colegios comunitarios más exitosos de Estados Unidos evitan deliberadamente este enfoque y, en su lugar, ofrecen «itinerarios académicos guiados» similares a los que suelen ofrecer los PCC en ALC (capítulo 3).23 Además, los datos de la EPCCBM sugieren que los planes de estudio estructurados y la formación de los PCC contribuyen de forma positiva a la graduación de los estudiantes (capítulo 4), lo que quizás explique que la tasa de graduación de los PCC sea mayor que la de estudiantes de programas universitarios en la región. A la vista de estas observaciones, y teniendo en cuenta el éxito global de los PCC, los itinerarios académicos flexibles podrían tener más éxito si se hiciera hincapié en la flexibilidad por parte de los programas universitarios en lugar de los PCC. De hecho, es posible que no todos los programas requieran la misma flexibilidad, por lo que, en este sentido, no sería conveniente adoptar un enfoque de «criterio universal».
Cuando se trata de itinerarios académicos, se suele considerar la vía que discurre desde los PCC hacia los programas universitarios. Sin embargo, también debería considerarse la vía en sentido opuesto, sobre todo para estudiantes que no completan un programa universitario. En este caso, los PCC podrían funcionar como una «vía de salida» que permitiría a los estudiantes obtener un título de PCC al abandonar la educación superior, en lugar de hacerlo sin ningún tipo de credencial. La noción de «vía de salida» parece especialmente prometedora, dado que los mercados laborales de los graduados de PCC son mejores que los de programas universitarios incompletos (capítulo 1).
Para promover el aprendizaje permanente, los programas no solo deben ser flexibles, sino también cortos. En la actualidad, es posible que algunos programas sean simplemente demasiado largos. Sobre todo, teniendo en cuenta la urgencia actual de formar capital humano calificado, simplificar los programas —rediseñarlos y acortarlos— es una forma sencilla y poco costosa de flexibilizar y aumentar el atractivo de la educación superior. El cuadro 5.8 ilustra algunas innovaciones recientes en el diseño de planes de estudio.
El estigma de los PCC
Los PCC cargan con el estigma de representar la opción menos valorada con respecto a los programas universitarios. Es raro que el sueño de un estudiante sea graduarse en un PCC, o que el sueño de una madre o un padre sea ver a sus hijas o hijos graduarse en un programa de PCC. Los PCC se consideran como la opción que hay que tomar cuando no se puede acceder a la mejor —un programa universitario—.