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5.7 Itinerarios académicos flexibles en Estados Unidos
Demostrar que la estudiante no solo ha completado un bloque, sino que también ha adquirido las habilidades correspondientes, es relativamente sencillo cuando esta acumula bloques en la misma institución o en instituciones afines. En otros casos, la reputación de la entidad certificadora (ya sea una IES o una empresa privada), junto con información detallada sobre las habilidades adquiridas, son posiblemente las mejores soluciones factibles. En Estados Unidos existen múltiples acuerdos de este tipo (cuadro 5.7). Entre ellos se encuentran las credenciales acumulables, que permiten a los estudiantes «acumular» certificados o títulos para obtener una credencial más avanzada, y las insignias digitales, que
Cuadro 5.7 Itinerarios académicos flexibles en Estados Unidos
Los itinerarios académicos flexibles han sido —al menos, en la teoría— una característica del sistema de educación superior de Estados Unidos durante varias décadas. Antes de describirlos, conviene presentar algunas definiciones. Una credencial es un documento concedido por un organismo autorizado que certifica que una persona ha alcanzado unos resultados de aprendizaje y unas habilidades específicas conforme a un estándar determinado. Este amplio concepto incluye títulos, licencias, certificados, insignias y certificaciones profesionales o técnicas. Un certificado es una credencial que «certifica» o documenta el conocimiento experto y específico a una ocupación determinada. El programa correspondiente suele durar entre unos meses y un año, y es posible que no conceda créditos para seguir estudiando. Por otro lado, un título técnico también se centra en ocupaciones específicas, pero requiere clases adicionales sobre el área de estudio y educación general (por ejemplo, matemáticas, inglés y ciencias); además, suele conceder créditos para seguir estudiando. Los certificados pueden servir para iniciarse en un área de conocimiento o adquirir conocimientos adicionales y especializados en el caso de quienes ya tienen experiencia en el área. En el campo de la radiología, por ejemplo, el certificado de nivel inicial forma a personas como técnicos en radiodiagnóstico con un alcance limitado, mientras que el certificado para la obtención de imágenes por resonancia magnética (IRM) forma a personas con conocimientos previos que aspiran a especializarse en IRM. En cambio, el título técnico en tecnología radiológica califica a las personas en varias especialidades radiológicas, como la resonancia magnética y la radioterapia, e incluye prácticas clínicas.
Tal vez el itinerario más conocido sea el de las transferencias desde los colegios comunitarios hacia las instituciones con programas de cuatro años. Bailey, Jaggars y Jenkins (2015) documentan que más de dos tercios de los estados de Estados Unidos han adoptado políticas para facilitar estas transferencias, de modo que los graduados de colegios comunitarios puedan acceder a las universidades como estudiantes de tercer año. Aunque las transferencias son bastante ágiles en algunos estados, no lo son tanto en otros, donde a menudo se pide a los estudiantes transferidos que cursen clases de primer o segundo año porque la especialización académica no acepta las clases del colegio comunitario. Los datos sugieren que las políticas no son suficientes para que las transferencias tengan éxito. Lo más importante es la coordinación entre los colegios comunitarios y las instituciones con programas de cuatro años.
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El reciente enfoque «título primero» descompone un título universitario en certificados e «invierte» el plan de estudios al cambiar el orden de las clases. Mientras que el plan de estudios habitual comienza con clases generales y avanza hacia otras más específicas y prácticas, el plan de estudios invertido o «del revés» comienza con clases más prácticas. Los estudiantes obtienen un certificado por haberlas completado y continúan con las clases más generales. De este modo, los estudiantes que interrumpen o no finalizan sus estudios, al menos, obtienen una credencial. Considérese, por ejemplo, un título universitario en tecnología aplicada. Según el enfoque de «título primero», el título comprende la siguiente secuencia de certificados: certificado en programación informática, certificado en desarrollo de interfaces de usuario y certificado en desarrollo web. Los dos últimos certificados forman parte de los cursos de educación general y de las asignaturas optativas que normalmente se imparten al principio. Al completar el primer certificado se obtiene una credencial; al completar el primero y el segundo se obtiene un título técnico; y al completar los tres se obtiene un título universitario. Este enfoque se ha puesto en práctica en: Brigham Young University–Pathway Worldwide, Champlain College y Western Governors University (Gilbert y Horn 2019).
Las credenciales acumulables son certificados o credenciales tradicionales que pueden «acumularse» para obtener calificaciones y ayudar a una persona en su trayectoria profesional. Normalmente, las credenciales proceden de una institución de educación superior, pero también pueden ser concedidas por las empresas. El ejemplo más común es el de una persona que ya tiene un certificado o un título técnico y regresa a un colegio comunitario para obtener más formación o credenciales. Los denominados títulos técnicos «acumulables» están diseñados para ser cursados de forma ordinaria o por la acumulación de credenciales específicas. En el caso de los títulos acumulables de Wisconsin Technical College System, Kiddo (2017) observa que las personas que eligen la opción de acumulación y obtienen primero un certificado tienden más a completar su título final que las que eligen el itinerario ordinario. Tennessee Transfer Pathways crea itinerarios académicos bien definidos en múltiples áreas, lo que permite a los estudiantes obtener certificados de los colegios comunitario o el sector privado a lo largo de su formación hasta la obtención de un título universitario o un título técnico. Bailey y Belfield (2017) analizan los retornos de los certificados acumulables y no hallan efectos. Sin embargo, Meyer, Bird y Castleman (2020) aportan datos más recientes —a partir de datos posteriores a la «gran recesión»— que demuestran que en Virginia una segunda credencial para adultos tiene efectos amplios y positivos en el empleo y los salarios. Hasta ahora, 17 estados han asignado fondos para que las universidades desarrollen itinerarios académicos de credenciales acumulables, y muchos estados ya los han implantado.
Las insignias digitales son similares a los títulos tradicionales en papel, pero utilizan tecnologías digitales y suelen representar competencias o conocimientos que no aparecen en un expediente académico, como habilidades de compilación de datos o trabajo voluntario. Por ello, a veces se conocen como «microcredenciales». Por ejemplo, una insignia digital de habilidades de liderazgo se asocia con metadatos que describen el contenido de la habilidad y nombran a la autoridad certificadora. La insignia puede publicarse en línea, en plataformas de trabajo o en las redes sociales. Las insignias pueden ser concedidas por instituciones, organizaciones o particulares, que colaboran con otra organización encargada de mostrar y
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verificar las insignias. Algunos ejemplos de insignias digitales son Open Badges de IMS Global y Acclaim Platform de Credly.a
Las insignias digitales han surgido en gran medida por la necesidad de establecer coincidencias entre las personas y las empresas en función de habilidades y no de títulos. A veces funcionan como credenciales acumulables y se pueden considerar para la obtención de un título. Tras mantener numerosas conversaciones con empleadores locales sobre las carencias de habilidades, Colorado Community College System ofrece insignias digitales para habilidades como la prensa taladradora, las técnicas manuales de mecanizado y el torneado con control numérico por computadora, que pueden acumularse para la obtención de un título técnico. IBM concede insignias digitales (para habilidades como el pensamiento creativo, el análisis de datos y la gestión de programas) que pueden utilizarse para obtener certificados y títulos, incluidos los títulos universitarios de primer y segundo ciclo en la Universidad del Nordeste. Además, IBM se ha asociado con la Universidad de Louisville para crear IBM Skills Academy, que se centra en el aprendizaje digital y las habilidades tecnológicas.b
a. Para obtener más información sobre las insignias digitales, véase, por ejemplo, https://internal.cccs.edu/academic-affairs /academic-initiatives/digital-badges/. b. Véase, por ejemplo, https://internal.cccs.edu/academic-affairs/academic-initiatives/digital-badges/ y https://www.forbes .com/sites/michaeltnietzel/2019/05/06/four-reasons-why-the-university-of-louisvilles-ibm-skills-academy-is-a-very-smart -move/?sh=7e02715c14f5.
proporcionan una certificación digital de que una persona posee una determinada habilidad (por ejemplo, habilidades de liderazgo), aunque no la haya adquirido mediante una formación formal. Una solución reciente es el enfoque «título primero» (en inglés, certificate-first), que consiste en impartir primero las clases más prácticas de un programa durante el primer año y expedir el certificado correspondiente, y a continuación acometer la enseñanza del contenido más general y teórico. El enfoque «título primero» es un ejemplo de cómo los programas universitarios pueden ser más flexibles para dar cabida a los estudiantes de PCC sin perder rigor ni calado.
En cuanto al segundo obstáculo a los itinerarios académicos flexibles —a saber, la rigidez de los programas en cuestión—, es posible que se haya considerado a los PCC como los principales culpables al no facilitar dos itinerarios académicos diferentes; es decir, la incorporación al mercado laboral y la continuación de los estudios para la obtención de un título universitario. Sin embargo, el problema no reside en los PCC, sino en los programas universitarios, que no son lo suficientemente flexibles como para dar cabida a los estudiantes de los PCC; por ejemplo, con una estructura de bloques o con un enfoque «título primero», como se ha descrito anteriormente. La experiencia de dar la máxima flexibilidad a los PCC se ha probado y ha resultado insuficiente en los colegios comunitarios de Estados Unidos. De hecho, los estudiantes de los colegios comunitarios suelen elegir clases que les permitan transferirse a una institución con programas de cuatro años, ya que el 80 % de los estudiantes de colegios comunitarios manifiesta su intención de transferirse. Sin embargo, solo