Política para cumplir la promesa de los programas de ciclo corto
Hay casos en los que ni siquiera una intervención bien diseñada logra influir en las decisiones de los estudiantes. Es posible que los estudiantes mantengan su elección de un programa con un retorno relativamente bajo solo porque es local o porque ofrece algo que ellos valoran (por ejemplo, un horario conveniente, enseñanza en línea, servicios de cuidados infantiles in situ, un lugar tranquilo para estudiar).7 Otra posibilidad es que los estudiantes simplemente no tengan otras opciones, como es el caso de los que viven en municipios pequeños o medianos (capítulo 3), o que no puedan permitirse nada más caro. Como se comenta más adelante en este capítulo, en última instancia, el deber de la autoridad reguladora es garantizar que las opciones disponibles sean buenas y que los estudiantes tengan los medios económicos para elegir entre ellas. A pesar de estas reservas, la información a nivel de programa sigue siendo necesaria. Tal como se ha subrayado al principio de este capítulo, no resolverá todos los problemas, pero sí varios de ellos, sobre todo si se combina con la regulación y la financiación. El primer paso es recopilar datos pertinentes. La propia necesidad de las autoridades responsables del diseño de las políticas de obtener información a nivel de programa puede servir para encaminar los esfuerzos de recopilación de datos, ya que no es posible supervisar los programas individuales sin conocer sus resultados. En términos más generales, el objetivo es crear una cultura de educación superior basada en la información, en la que esta se facilite y se consulte para tomar decisiones consecuentes, y en la que los proveedores, sabiendo que están siendo supervisados por los estudiantes y las autoridades responsables del diseño de las políticas, se esfuercen por ofrecer un buen producto.
Financiación Las autoridades responsables del diseño de las políticas de todo el mundo subsidian la educación superior por razones de eficiencia y equidad. Dado que la educación superior beneficia a la sociedad en su conjunto, la subsidian para alentar a las personas a cursarla con el fin de desarrollar el nivel óptimo de capital humano que necesita la economía. También la subsidian porque si se abandonara a los estudiantes a sus propios recursos, muchos no podrían permitirse cursar estudios superiores. Para subsidiar la educación superior, pueden hacer transferencias a las IES y a los estudiantes, o pueden intervenir en el mercado de préstamos a estudiantes para proporcionar, garantizar o subsidiar los préstamos estudiantiles. En ALC, las autoridades responsables del diseño de las políticas subsidian a las IES públicas, conceden pocas o ninguna ayuda a las IES privadas o a sus estudiantes, y a veces intervienen en el mercado de préstamos a estudiantes, que es muy reducido, al menos en los países de la EPCCBM.8 Actualmente, la financiación de la educación superior en ALC no es equitativa y a menudo es regresiva. No es equitativa en las IES públicas, donde los subsidios anuales por estudiante en los PCC son inferiores, en promedio, a los de programas universitarios (capítulo 1). La diferencia en los subsidios es aún mayor si se
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