C APÍTULO 5
Política para cumplir la promesa de los programas de ciclo corto
Inventario Para terminar, este capítulo retoma la motivación inicial del libro: la necesidad apremiante de América Latina y el Caribe (ALC) de contar con capital humano calificado.1 Esta necesidad, que ya era inaplazable tras el final de la «década dorada» de la región, ahora es claramente urgente. La pandemia del COVID-19 ha acelerado cambios estructurales que ya se estaban produciendo en la economía, lo que pone de manifiesto el tipo de habilidades — analíticas, técnicas, socioemocionales e interpersonales— que son necesarias en el mundo actual. En la crisis actual y sus efectos, los medios de vida de muchas personas dependen precisamente de la adquisición de dichas habilidades —y de adquirirlas rápidamente—. ¿Pueden los programas de ciclo corto (PCC) dotar a las personas de este tipo de habilidades? Los datos presentados en este libro arrojan varios motivos para la esperanza: • En promedio, los PCC obtienen buenos resultados. Los estudiantes que se gradúan son más numerosos que los de programas universitarios. Los graduados de PCC obtienen mejores resultados en el mercado laboral (empleo, empleo formal y salario) que los graduados de educación secundaria y, sorprendentemente, que los estudiantes que desertan de programas universitarios. Estos resultados son dignos de mención dado que, en promedio, los PCC acogen a más estudiantes desfavorecidos y menos tradicionales que los programas universitarios. • Aunque los retornos mincerianos de los títulos universitarios (su prima salarial con respecto a los títulos de educación secundaria, tras tener en cuenta las características de los estudiantes) son mayores que los de PCC, los primeros han disminuido desde principios de los años 2000 en la mayoría de los países de ALC. En cambio, los retornos mincerianos de los PCC han aumentado en varios países durante el mismo periodo. Además, los retornos 181