mente escogido y sacralizado. Tal vez eso explicaría la presencia de los muros circundantes.
Las estructuras Pese a no haberse puesto al descubierto todo el sistema de muros, se puede decir que estos fueron hechos con base de piedra tosca con argamasa de barro. Los muros tienen diferentes orientaciones, preferentemente norte-sur y este-oeste, sin precisión astronómica. Varios de ellos presentan trazo curvo, lo que los hace bastante irregulares. Hay muros gruesos, dobles, y simples, con espesores variables entre 20 y 50 cm. No se evidenció superposición de adobe o cosa parecida sobre los muros de piedra. Quizás dos sean los aspectos más importantes de notar: el primero es que los muros se entrecruzan y superponen, formando una maraña que da la idea de laberinto. Resulta llamativo que en el mundo andino, durante el Horizonte Medio, se hicieran populares las chinkanas o laberintos que, se supone, eran espacios sagrados en los que se llevaban a cabo ritos o ceremonias de iniciación. Para el Horizonte Medio, no se tienen reportadas chinkanas. Es posible que espacios en Pariti fuesen construidos en éste o incluso anteriores periodos. En cuanto a la cronología de los muros; si antes hubo dudas, el año 2006 se verificó su directa asociación con concentraciones de cerámica tiwanakota9.
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Estos elementos sugieren que los tiwanakotas establecieron en Pariti lugares de culto circundados por muros, con divisiones interiores a guisa de pequeños cubículos. En su interior debieron oficiarse ciertos ritos como la deposición de ofrendas cerámicas, tal y como hemos interpretado los Rasgos 1 y 2.
Fig. 6 Ch′allador bícromo que muestra a un personaje de frente con casco en posición de cuclillas con las manos extendidas hacia arriba. Podría tratarse de un guerrero en actitud de lucha.
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Pariti en el contexto regional tiwanaku