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Wiracochan, el Ser Supremo

esposa, lo hará en quechua. Los discursos son mensajes deseando paz, bienestar y prosperidad para el pueblo y que el Padre Sol bendiga a su pueblo. Luego comienza el cuarto momento, con la presentación de danzas campesinas quechuas y aimaras (Fig. 10).

Wiraqochan, el Ser Supremo

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El cronista Juan de Betanzos escribió en 1551:

En tiempos antiguos dice ser la tierra e provincia de Piru […] dicen que salió de una laguna que es en esta tierra del Perú en la provincia que dicen de Colla suyu un señor que llamaron Contiti Viracocha […] fuese de allí a un sitio que junto a esta laguna donde hoy día es un pueblo que llaman Tiaguanaco en esta provincia ya dicha del Collao […]8. El origen lacustre de este Ser Supremo, El Creador, llamado por los incas Teqsi Wiraqochan, se considera fue instituido por Inca Yupanqui Pachacuti, empeñado en reformar los cultos y la administración del Tawantinsuyu. Wiraqochan es dios creador, talló en piedra seres humanos de gran estatura, que cambió por otros de menor tamaño; como algunos le faltaron el respeto, los destruyó enviando un diluvio. Wiraqocha hizo la luz, el sol, la luna y las estrellas e hizo surgir la isla Titicaca. En Tiwanaku creó aves, animales y usando arcilla, modeló a nuevos hombres (Figs. 11, 12).

El mito tiene detalles adicionales de interés, que omitimos por el momento. Wiraqocha envió a su ayudante ′Imaymana Wiraqocha al norte, mandó a otro ayudante, T′oqapu Wiraqocha, a la costa y él se encaminó al norte. Al pasar por Pucara castigó a los desobedientes de su ley, convirtiéndolos en piedra. Al pasar por Cacha, en territorio de quechuas, mandó llover fuego porque sus habitantes lo habían

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apedreado. Continuó su camino al Cusco, pasando por Jauja y al llegar a Manta, en Ecuador, se internó al mar, caminando sobre sus aguas9. Utilizando fuentes escritas, John Rowe reconstruye once oraciones que se dedicaron al culto de Wiraqocha. Se transcribe la traducción al español de una a modo de ejemplo:

Oh Antiguo Señor, Señor Remoto; Excelentísimo Señor, quien crea y pone diciendo: «que haya hombre; que haya mujer», modelador, hacedor, porque tu has hecho y establecido la humanidad, que viva yo en paz y seguridad.

¿Dónde estás? ¿Afuera? ¿Adentro? ¿En las nubes? ¿En las sombras? Óyeme, respóndeme, consiénteme. Por siempre jamás dame vida, tómame en tus brazos, condúceme de la mano recibe esta mi ofrenda dondequiera que estés, Oh Señor10.

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