8 minute read

Comercio de la fi bra

Fig. 10. Los pastores se dirigen a conseguir productos agrícolas. Paratia, Lampa.

Alanoca, quien poseía 50.000 cabezas de ganado23. La merma de grandes rebaños que pastaban en territorio andino antes de la invasión española, se debió a varias razones, como que los dueños los vendían para pagar tributo a la corona. Sin embargo, la mayor demanda provenía de la necesidad de proveer alimentos para las minas de Potosí. Los españoles se apoderaron de este comercio y enviaron miles de animales a esta ciudad que en el siglo XVI tuvo más habitantes que Londres o Madrid. Así desaparecieron los rebaños que pastaban en zonas de menor altura. Los de tierras altas comenzaron a ser aislados, pasando a manos de pastores quechuas y aimaras. En 1812, el cura de Andahua (Condesuyos, Arequipa) daba cuenta de la continuidad de la cultura de pastores de alpacas y llamas, al responder un cuestionario de la Regencia del Reino de España24. La persistencia de la cultura de pastores hasta la actualidad, tiene bases ecológicas. Es un proceso exitoso de adaptación a la gran altura, tal vez la única que asegura la subsistencia de poblaciones humanas gracias a los recursos que ofrece la ganadería de llamas y alpacas.

Advertisement

Comercio de la fibra

El comercio de fi bra de camélidos fue una importante actividad económica en el virreinato. En 1790 se exportaron a Chile y Buenos Aires, 320 frazadas de alpaca, 1.280 frazadas reales de ovino y 1.200 arrobas de lana de color, como se llamaba a la fi bra de alpaca. En 1830, a inicios de la república, se exportaron tres toneladas de esta fi bra a Liverpool mediante la casa inglesa Mohnes y Cía. de Arequipa:

[…] fue la que inició embarques de lana [de alpaca] a Liverpool. Años más tarde Titus Salt, fabricante inglés, presentó a la Reina Victoria los primeros tejidos con lana de alpaca, que llamaron la atención por sus preciosos colores naturales. La reina de Inglaterra premió a Salt por su labor a favor de la industria25. El principal y casi único comprador era Inglaterra, al punto que la lana de alpaca se identifi có con ese país, pues en Europa creían que procedía de un animal inglés. Con el tiempo esta actividad comercial pasó de exportar fi bra a su industrialización.

La relación llama-alpaca se ha invertido. En la actualidad las alpacas son un importante cash crop del mercado mundial de fi bras fi nas. Entre 1983 y 1984 se comercializaron 5.000,000 de kilos de fi bra, el 80% de la producción mundial. Durante el último decenio se ha reconocido y valorado la carne de alpaca en el ámbito urbano del país, especialmente en la costa, por sus cualidades como terneza, color, sabor, olor y menos grasa. Cuando se deshidrata por la acción combinada del frío nocturno y la intensa radiación solar del día, durante la estación de secas de la puna, se transforma en chark’i, comida apropiada para caminantes y montañistas. Además es una forma sencilla de crear valor agregado puesto que la libra de chark’i cuesta 150% más que la carne fresca de ovino.

Se calcula que la producción de carne de alpacas y llamas puede cubrir el 10% del requerimiento cárnico nacional, aunque ello propiciaría el sacrifi cio de ejemplares jóvenes, interrumpiendo el ciclo productivo de la fi bra.

Los pastores

Los pastores contemporáneos ocupan las zonas altas del altiplano puneño. Su cultura y organización social son valiosos ejemplos del proceso de adaptación a la gran altura, sin agricultura. De acuerdo a las características singulares de su cultura y organización social, se propone un modelo operacional del ecosistema del pastoreo andino26, válido por tratarse de un proceso sin

comparación, no solo en América sino en otras regiones del mundo donde existe el pastoreo. El modelo es:

1. El medio corresponde a la puna alta, territorio ubicado sobre los 4.000 m y más, incluso con alturas mayores; es el espacio donde pastorean alpacas y llamas. Por debajo de 4.000 hasta 3.800 m se desarrolla una forma de economía mixta combinando el pastoreo de llamas y alpacas en menor escala, con limitado cultivo de tubérculos altoandinos. Por debajo de 3.800 m predomina el cultivo y se crían pocos ovinos y algunos camélidos, especialmente llamas. Los elementos básicos son:

a. Productores primarios. Vegetación de pastizales naturales de gran altura, con diferentes variedades resistentes al frío que transforman la energía solar en vegetal. Es la única fuente energética que alimenta a los camélidos. Predominan las gramíneas, cepitosas, musgo y líquenes, también festucas, poa y calamagrostis. El medioambiente se modifi ca por diferentes técnicas para crear pastizales artifi ciales llamados oqho y/o bofedales. El crear pantanos artifi ciales de poca profundidad que permitan el crecimiento de pasturas de alto valor alimenticio y que estén siempre verdes, es una técnica laboriosa que demanda tiempo. Además requieren de mucho cuidado y un control permanente del nivel del agua, siendo regados en algunos momentos. Es posible que algunos de ellos tengan origen precolombino. b. Consumidores primarios. Las alpacas, llamas, y en zonas de menor altura, los ovinos, transforman la energía vegetal en carne, fi bra y capacidad de transporte. La deyección tiene excelente valor calorífi co y se utiliza como combustible.

2. La sociedad y la cultura tienen un desarrollo que permite el uso óptimo y racional de los recursos energéticos de la puna. Las principales características de la sociedad de pastores son:

a. La casa grande o hatun wasi, residencia central y permanente. Cuando los rebaños cambian de pastizal se les traslada a las astana, viviendas de ocupación temporal ubicadas en diferentes niveles altitudinales. La rotación de pastos se realiza de acuerdo a la estación de lluvias o secas.

b. Patrón de poblamiento disperso y ausencia de centros poblados permanentes. Estos centros permanecen semidesiertos la mayor parte del año, solo se ocupan durante las fi estas patronales o cívicas.

La mayor parte de la vida familiar y social se desarrolla en las estancias conformadas por varias habitaciones construidas alrededor de un espacio abierto. La distancia entre estancias puede tomar medio día, o más, de caminata.

c. La sociedad está organizada en base a fuertes lazos de parentesco. El vínculo por el lado materno es muy fuerte y simbólico. Es uno de los aspectos menos conocidos de esta organización social, con variaciones locales signifi cativas. El trabajo complementario y la solidaridad son proporcionados por los parientes.

d. Tecnología pastoril. Destaca el extraordinario conocimiento de alpacas y llamas, componente cultural que manifi esta evidencias y continuidad de los conocimientos y prácticas pastoriles de mayor antigüedad en los Andes Centrales, por ser los únicos pastores en América antes de la invasión del siglo XVI. Sus aspectos centrales son:

– Manejo de los rebaños que permite obtener su máximo rendimiento gracias al conocimiento intenso y detallado de la anatomía y fi siología de alpacas y llamas, de su alimentación, variedad de pastos, cualidades, preferencias, hábitos, enfermedades, extensión de los rebaños, conformación, manejo de sementales y esquila. Asimismo, sistemas de etnoclasifi cación que permiten identifi car e individualizar cada una de las llamas y alpacas27. e. Tecnología textil y cordelería sumamente elaboradas. Sobresale la calidad y variedad de motivos decorativos en mantas (lliqlla) de uso femenino y los ponchos colorado, tejidos con fi bra de alpaca, de fi no acabado y pleno colorido. Costales y sogas se confeccionan con fi bra de llama por su mayor resistencia, objetos de intercambio con productos de los valles interandinos y de la vertiente occidental de los andes, como el preciado maíz y otros como cebada, trigo, papas, chuñu, moraya, ají, duraznos,

11

manzanas y algas marinas. Las llamas y alpacas maduras se sacrifi can en los lugares que visitan, ofertando carne fresca a los habitantes del bajío que la aprecian mucho por su poco acceso a carne fresca.

f. Economía del mercado. Los pastores participan en el sistema de mercado monetario local, nacional e internacional28, utilizando varias estrategias que muestran una vez más su racionalidad económica.

– Uso directo de camélidos. Consumen su carne fresca y deshidratada como chariy chalona, con la sangre elaboran una forma de morcilla y las grasas y vísceras son también parte de la dieta. La fi bra sigue en importancia para la confección de prendas de vestir, aperos, costales, telas, ponchos, sogas. El excremento (taqya) es el principal combustible en la puna, con su alto poder calorífi co29. – Las llamas cargueras son indispensables para los extensos viajes comerciales aunque su número ha disminuido considerablemente debido a la construcción de carreteras. Las alpacas también pueden transportar cargas de menor peso durante cortos recorridos; estas manadas son conducidas por mujeres pues se dice que «entre mujeres se entienden».

g. La obtención de productos agrícolas se realiza de distintas maneras por la existencia de diversos ecosistemas. Esta energía complementaria s e o b t i e n e d e a c u e rd o a t á c t i c a s complementarias como:

– Acceso directo a productos agrícolas mediante el control de diferentes pisos altitudinales. La agricultura es complementaria, aunque la residencia y la organización social están condicionadas por el pastoreo.

– Gran parte de productos agrícolas de subsistencia se obtienen por sistemas de intercambio tradicional, así como por compra de sal, cerámica y frutas de las tierras calientes.

– Participación en el sistema de mercado mediante la venta y/o trueque de fi bra de alpacas y llamas.

La Ideología es también una táctica adaptativa que contribuye de manera efectiva al proceso de extracción de energía del medio ambiente. Ceremonias y rituales resumen la ideología de pastores que conservan elementos prehispánicos. Su objetivo es la conservación, el bienestar y el incremento de los rebaños.

El atado ceremonial de la familia condensa la cultura del pastoreo. Incluye también el rito para actualizar los mitos, dando pautas para el cuidado y la atención de alpacas y llamas. El trato que se da al rebaño es similar al que se otorga a los humanos. No en vano dicen que sus ganados «son los hermanos que no hablan». Las ceremonias

This article is from: