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La alimentacion en la zona del lago Titicaca ayer y hoy / Rita del Solar
La alimentacion en la zona del lago Titicaca ayer y hoy
Panorama general actual. Las riberas del Titicaca, pese a encontrarse a 3.800 metros de altura, fueron zonas m á s p ro d u c t i va s e n c o mp a r a c i ó n con otras áreas del altiplano. El lago Titicaca, gracias a su enorme espejo de agua y a la fuerte luz de las alturas eleva ligeramente la temperatura circundante y aumenta la humedad lo sufi ciente como para crear un microclima con menor riesgo de heladas en sus orillas. Esto permitió, además de mejores rendimientos, una mayor variedad de cultivos, como por ejemplo maíz, que generalmente se considera un cultivo de tierras cálidas y bajas. Esto, y la ausencia de impor tantes enfermedades y plagas propias de las zonas cálidas, hizo que las riberas del lago fueran, desde siempre, altamente apreciadas y densamente pobladas1. Especies vegetales como la papa y la quinua, que permitieron dicho desarrollo y fueron el sostén de esa población, son originarias de la zona altiplánica, habiendo sido desarrolladas, cultivadas y mejoradas a través de milenios de esfuerzos de agricultores indígenas.
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Hoy en día, los cultivos más corrientes son la papa en sus muchas variedades (representando más del 50% de los cultivos totales de la zona, y más de la mitad del alimento consumido por los pobladores), plantas forrajeras como cebada, avena, alfalfa, y otras como quinua, ocas, olluco y cañawa. También se cultiva y valora la totora, tanto para la construcción de viviendas como para forraje. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la tierra rocosa de la zona ha sido sobrecultivada, que se encuentra empobrecida y es de relativo bajo rendimiento2; y que la propiedad agrícola reducida a miniparcelas disminuye su productividad, precisando por lo tanto de mejores técnicas para llegar a una producción aceptable dentro de los estándares modernos. Su rendimiento actual no se compara con el de los valles o de las zonas bajas del país.
Aunque en la última década han fl orecido los criaderos de pejerrey y trucha rosada en el lago mismo, que se ofrecen a los turistas que visitan los muchos hoteles, posadas y restaurantes de las riberas, el consumo de estas especies no se ha difundido entre los pobladores de la región, quienes prefi eren vender sus productos, si no a los turistas, en los mercados de La Paz. Algunos criaderos exportan su producción.
La población circunlacustre es densa, casi de densidad urbana, llegando a sumar aproximadamente el 40% de la población total del departamento de La Paz3. Muchos pobladores se dedican parcialmente a la agricultura y ganadería, con gran actividad de comercio, sobre todo entre Perú y Bolivia. La ganadería produce carne de relativa buena calidad, así como leche y quesos apreciados en el mercado local, pero su consumo tampoco está mayormente difundido entre los pobladores. En la dieta campesina de hoy, fuera de la papa y