
4 minute read
Indagación científi ca
Indagacion cient f ica
El arqueólogo norteamericano Clark Bennett realizó excavaciones en 1934, obteniendo valiosa información sobre la ocupación humana de la isla desde el Formativo hasta el Horizonte Tardío2. Bennett ubicó algunas tumbas del Horizonte Medio con ajuares muy singulares, en especial el lote de 23 piezas hechas en oro, que mostraron los logros tecnológicos y artísticos de los tiwanakotas. Entre 2002 y 2004 se realizaron exploraciones preliminares. Fue recién en agosto del 2004 que dimos con un bolsón de fragmentos de cerámica tiwanakota trisada de la más fi na calidad. Se le llamó «Rasgo 1». Se recuperaron miles de fragmentos mezclados con una gran cantidad de huesos de camélidos y otros animales, igualmente fragmentados3. En la temporada 2005 excavamos un segundo bolsón, muy próximo, «Rasgo 2». Se reconstruyeron más de cien piezas. Algunas piezas adicionales fueron proporcionadas por algunos comunarios de la isla.
Advertisement
Luego vino el lento proceso de reconstrucción de las casi 350 piezas, Le siguió la catalogación de las mismas para lograr un registro sistemático y útil. La catalogación incluyó el diseño de fi chas en bases de datos informáticos, en los que se anotaron: dimensiones, mor fología, tipos de pasta, colores, motivos decorativos, etc. Una parte de las piezas fue depositada en el Museo Nacional de Arqueología, en la Paz, y el resto retornó a la isla, donde se instaló un pequeño museo de sitio gracias a la Cooperación Suiza, y que es administrado por la comunidad de Pariti.

Descripcion de las piezas
Ya durante la excavación se identifi caron formas conocidas dentro del estilo corporativo de Tiwanaku, de las épocas clásica y expansiva: kerus (63), ch′alladores (65), escudillas (82), botellones (26), tazones (43), wakoretratos (7) y tinajas (5). Se encontraron también formas menos comunes, como los cántaros antropomorfos, (17); pero lo sorprendente fue una cantidad considerable de vasijas de formas desconocidas hasta entonces.
Entre estas nuevas formas, está la wa ko - f u e n te ( 2 ) , e n qu e e l wa ko retrato funge de pedestal de un seg-
Fig. 1. «El señor de los patos». Representa a un anciano que agarra un pato, aunque en vez de arrugas podría tratarse de la representación de escarificaciones. No lleva tembetá, pero sí un tocado que recuerda a los gorros de cuatro puntas, orejeras, un collar y una túnica de listas verticales.
Fig. 2. Magnífico wako-retrato recuperado íntegro de la excavación. Nótese el corte de pelo del personaje, orejeras y tembetá en el labio inferior, elementos que siempre van juntos y que aparentemente definen a un grupo.
Fig. 3. Tres personajes masculinos con traje rojo, collar de cuentas de concha, pelo largo recogido sobre la espalda, larga patilla y tembetá en el labio superior, elementos que posiblemente definen a otro grupo.

mento mayor, decorado con pequeños e l e m e n to s z o o m o r fo s m o d e l a d o s (Fig. 4). También se incluyen en este grupo las vasijas arriñonadas de muy variado tamaño (casi medio centenar) que eran prácticamente desconocidas antes de nuestro hallazgo. Se debe señalar que, pese a la cercanía con la ribera del lago y que el nivel freático es alto en la zona, no solo la pasta cerámica se mantuvo en buenas condiciones, sino también la capa decorativa pictórica. Hay que aclarar que nuestro equipo no hizo ningún tipo de restauración de las piezas y se limitó a la reconstrucción de las mismas4. Llamó profundamente la atención el distinguir dos tipos de personajes masculinos representados en la muestra. Uno de ellos se caracteriza por el pelo cortado casi en línea recta horizontal sobre la oreja, además de la tembetá en el labio inferior (Fig. 2). El otro, en cambio, se defi ne por el pelo largo caído sobre las espaldas y las patillas igualmente largas (Fig. 3). La tembetá se observa en el labio superior. Esto, sumado al hecho de que ya Ponce Sanjinés observara una posible división de la ciudad de Tiwanaku en dos mitades, y otros autores hayan mencionado la multietnicidad en esa sociedad, nos hace pensar que se trata de elementos que procuraban mostrar especifi cidades étnicas. En otras palabras, en Tiwanaku convivían al menos dos grupos étnicos que exteriorizaban su identidad mediante elementos como el corte de pelo, cierto ornato personal, el vestido y hasta el lenguaje (este último imposible de recuperar por métodos arqueológicos). La colección se caracteriza por la relativa homogeneidad en las pastas, refl ejada en la utilización uniforme de texturas, inclusiones y técnicas de cocción. En laboratorio se determinaron ocho pastas en dos grupos, uno de pastas fi nas y otra de gruesas. El grupo de piezas de pastas fi nas es el más numeroso. La utilización de la pasta fi na permitió la elaboración de vasijas de paredes delgadas, tamaños pequeños y medianos, así como la decoración modelada. El segundo g r u p o r e ú n e p i e z a s g r a n d e s . L a s pastas identifi cadas muestran componentes básicos como arena, cuarzo y mica, muy comunes en la cerámica tiwanaku del altiplano central y posiblemente señalan la utilización de una sola fuente de arcilla5, por lo que parece que casi todas las vasijas de la colección de Pariti –incluyendo las de formas menos comunes– fueron manufacturadas en la región del Titicaca. Aún no sabemos si los ceramios f u e ro n m a n u fa c t u r a d o s e n P a r i t i . Sin embargo, es seguro que, dado el alto grado tecnológico y ar tístico que muestra su elaboración, fueron producidos por alfareros especializados, ligados a los centros urbanos de producción.