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Claudia Rivera Casanovas

Tradicion, ceremonialismo y vida cotidiana en la cuenca sur del lago

Fig. 1. Templo de Iñak Uyu en la isla de la Luna o Coati, edificado por los incas sobre contextos ceremoniales del Formativo Tardío y Tiwanaku. E l lago y las tierras colindantes que lo rodean conformaron un espacio privilegiado para la ocupación humana desde hace unos 12.000 años, cuando los glaciares retrocedieron, abriendo amplios espacios que fueron rápidamente colonizados por especies vegetales y animales. No solo la gran masa de agua se convirtió en fuente de recursos diversos como peces, aves, plantas acuáticas y otros, sino que las tierras adyacentes contaban con innumerables ríos y vertientes que permitieron la vida en la región y, más tarde, el desarrollo de una agricultura intensiva. Las punas altas colindantes se constituyeron en espacios para el pastoreo.

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La región fue colonizada por grupos humanos que a lo largo del tiempo desarrollaron importantes tradiciones culturales y sistemas de organización socioeconómicos y políticos, con fuerte énfasis en aspectos ceremoniales y rituales. Los distintos rasgos del paisaje de los Andes sur centrales fueron sacralizados; por eso, durante el siglo XVI el lago Titicaca fue considerado como una huaca de primer orden.