LA SI TUD
Juan Pablo Guzmán Escalante
El primer día del mes cinco, la ciudad de Cali, venía experimentando un revolcón social inimaginable. Una nueva mirada de ciudad que se desconocía y que tuvo una aproximación ínfima en noviembre del 2019. La zozobra y el miedo componían junto con la valentía y el deseo de cambio, los sentimientos de muchas personas en la ciudad. La ciudad que había decidido caracterizarse a partir de la salsa, la rumba y la diversión, decide volcarse y focalizar su esencia, en contra de ciertas decisiones políticas expresadas de diversas maneras, inclusive valiéndose de la salsa como instrumento de resistencia. Mientras miles de personas se aglomeraban ese día en la ahora resignificada Loma de la Dignidad (en un evento que muchos han catalogado como la calle de la feria, con un nivel de masividad que ni la misma feria de Cali ha podido reunir en los últimos años, por la privatización del evento que nació siendo del pueblo y que ahora es un privilegio), muchos policías, tanto del Goes, como de la Mecal, pero especialmente del Esmad, esperaban tranquilamente unos metros más arriba en la ausente estatua de Sebastián de Belalcázar. Sobre el andén del mirador, que los fines de semana funge como lugar donde se consume mazorca asada, ese primero de mayo, el mismo anden era el lugar donde la policía del Esmad, exhibía sus [34] La ciudad de la furia