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IMPOTENCIA - Miguel Ángel Murillo Monsalve

IM PO TEN CIA

Miguel Ángel Murillo Monsalve sus decisiones políticas no fueron las correctas o esperadas por la mayor parte. En medio de esto que parecía una lucha de clases, pero, al final no lo era, hubo demasiados desaparecidos, heridos y muertos en estos meses. No quería ser un cómplice frente a la incapacidad de reaccionar, así que salí a marchar, revolucionar y apoyar la causa, pero a la vez temía que en algún momento no volviera a casa; la cifra de desaparecidos solo aumentaba, como también aumentaban “misteriosamente” los cuerpos flotantes en los ríos, un montón de registros y denuncias de los desmanes causados por la Policía Nacional de Colombia y los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional; pero la juventud siguió resistiendo con todas sus fuerzas, sin tener los mismos equipamientos, protecciones, ni armas, solo ganas de cambiar el país.

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No importó mucho que estuviéramos en medio de una pandemia, la vida seguiría después de la emergencia sanitaria y lo único que se quería eran cambios en el mandato y que no fueran tan descarados con las reformas. Por otra parte, se necesitaba ayuda para alimentación y estos equipamientos básicos, así que la población se unió, mediante recolecciones, donaciones, comidas comunitarias para poder apoyar de

El sentimiento causado por el descaro de los dirigentes y autoridades existentes,

alguna manera a la resistencia, aunque la comida subió de precio exageradamente por razones de transporte y, a veces, escaseó.

Llegó la Minga Indígena para recordar el verdadero valor de la unión, repartió mercados y estuvo presente en pie de lucha. Las diferentes expresiones y manifestaciones artísticas estuvieron apoyando la resistencia, marchas nacionales convocadas con el fin de hacer sentir el querer del pueblo, estudiantes y profesionales apoyando a la construcción de pensamiento crítico; se sintió el vínculo de la academia con las organizaciones y movimientos sociales. De hecho, los robos disminuyeron en esos meses y no fue por la presencia constante de la policía, supongo que fue porque no había mente para esos actos, sino que solo se pensaba en generar un cambio, incluso las barras bravas de los equipos de fútbol se unieron.

Después de mucha sangre derramada, sudor y lágrimas, hubo un declive donde los ánimos del pueblo tuvieron un bajón, ya estaban normalizando que todos los días en la mañana y tarde estuviera todo tranquilo, pero de noche la ciudad se volvía un campo de guerra. Cali en especial fue una de las ciudades epicentro de lucha y resistencia, aunque, por ese mismo hecho, fue una de las más afectadas en aspectos como: la violación contra los derechos humanos y la dignidad humana. Los dirigentes solo querían la Cali bonita, limpia, funcional, la ciudad epicentro de la región y querían ver la movilidad de todos trabajando e indiferentes a las medidas que ellos estaban tomando… como siempre.

Este paro fue uno de los paros nacionales más largos en la historia, fue un hito en la protesta social, se obtuvieron finalmente muchos logros a cambio de vidas. Siempre se sintió impotencia, nunca fue suficiente.

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