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LUNA - Juan Pablo Castro

LUNA

Juan Pablo Castro

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En la Sus cuatro pisos albergan bellas historias, Sultana del Valle, sobre recuerdos, triunfos y fracasos que permanecerán en la memoria de sus protagonistas y, posiblemente, la de sus trabajadola autopista res. Algunas historias tristes, como las de suroriental, las personas que escogieron la calma y el se ubica uno de los frio lunar para despedirse de este mundo, aquel que no supo comprenderlos y que quizás les dio la espalda. Historias felices, hoteles más en donde se festejaba el inicio de una nueconocidos va vida, un nuevo comenzar, un triunfo dede la portivo, una vuelta al sol más. ciudad. Su ubicación facilita un desplazamiento seguro: el centro, el sur, el norte, oriente y occidente; todas las rutas confluyen en él. Todo caleño lo reconoce, es punto de referencia para orientar cualquier destino. Sus instalaciones brindan, entre otras cosas, la posibilidad de compartir con la familia, amigos y demás, ratos agradables en su piscina. Su agua cristalina refresca los soleados fines de semana entre risas y buena comida. En las tardes permite disfrutar la brisa fresca proveniente de las montañas frente a un vaso de licor. En las noches permite un descanso placentero y, tal vez, disfrutar del buen amor. Sus tarifas son cómodas, sus instalaciones adecuadas, su personal calificado, tratando siempre de garantizar el descanso ideal.

Sin embargo, este representativo lugar no se libró de las garras destructivas de la injusticia social. Al ser punto de reunión y de lucha activa por el derecho a la dignidad, se vio envuelto en una batalla campal. Sufrió serios daños, fue quemado y aunque ningún grupo o bando se responsabiliza de ello, el principal afectado

es el ciudadano caleño, quien ve vulnerado un ícono representativo de su ciudad.

Y no solo como construcción, sino como sector en general, ya que en varios metros a la redonda se ha visto afectada su labor social, económica y de seguridad. Los negocios cercanos se quedaron sin respaldo, muchos locales tuvieron que cerrar, inclusive el vendedor ambulante perdió su lugar de trabajo.

Cabe anotar que de todos los lugares representativos de la ciudad de Cali, en cuanto a la lucha social, el único sector que conservó su nombre original fue este: La Luna. Tal vez porque se ve como el astro del cielo que acompaña siempre al viajero en su caminar.

Pero hay esperanzas, el daño fue mínimo en comparación con las ganas de volver a empezar. Las ganas de sacar adelante el sueño de brindar a la ciudad un lugar económico donde descansar, hacer un alto en el camino y seguir en su andar. El proceso ya empezó y La Luna de nuevo brillará como el astro en el cielo que acompaña el camino del viajero.

Como ciudadanos caleños debemos apoyar estos lugares que, aunque sencillos, son propios y permiten que haya esperanzas de un mejor mañana. Tanto para el viajero, como para el trabajador, el vecino y todo transeúnte que tenga la dicha de pasar por este lugar de la ciudad.

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