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DISTURBIO - John Freddy Caicedo Álvarez

John Freddy Caicedo Álvarez

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DISTURBIO

Nombre masculino, como Javier Ordoñez, Dylan Cruz, Johnny Silva,

conformado por tres partes: dis – turbare – io, como tres personas y una familia eran Javier y sus dos hijos, con el prefijo dis de separación, como separar de la vida a Javier, Anderson, Dylan, Johnny, Diego, Nicolás… con el verbo turbare de perturbar con choques eléctricos, culatazos, torturas, con el sufijo io, equivalente a relación, como la relación de amor materno-filial de Javier con su mamá en España, como la relación de amor paterno-filial de Nicolás Neira con su padre, como la relación de comunidad de Anderson con su amado territorio de Puerto Tejada, como la relación apasionada de Dylan con la lucha por la dignidad y la justicia, como la relación colorida de Diego con la pintura, las paredes y el graffiti, como la relación de amigos de Luis, Álvaro, Josmar, Léider y Jair Andrés en Llano Verde.

Disturbio, dicen del conflicto provocado por un grupo de personas que altera la paz social,

como ese grupo de personas en la Casa de Nariño que gobierna con 55 masacres en el 2020, Disturbio, dicen del conflicto provocado por un grupo de personas que altera la paz social, como ese grupo de personas enriqueciéndose hasta el hastío a costa de 9 millones de víctimas, Disturbio, dicen del conflicto provocado por un grupo de personas que altera la paz social, como ese grupo de personas que torturó a quien suplicó 17 veces: ya, por favor, no más, me ahogo.

Disturbio es ser gobierno y llevar la patria-matria a las cenizas, vandalismo es tener la dirección del Estado y prometer muerte tras muertes, masacre tras masacres, investigaciones exhaustivas mientras cumplen su amenaza contra la búsqueda de la paz: hacerla trizas. Disturbio y vandalismo es que líderes y lideresas de la paz, lo ambiental y los derechos humanos, sumen más del millar de víctimas bajo el poder criminal de esta tropa fascista de la venganza genocida.

Las gentes asqueadas de tanta muerte y violencia patriarcal, racista y clasista, han hecho oraciones, cacerolazos, velatones, huelgas de hambre, tutelas, alertas tempranas, han gritado y han hecho minutos de silencio, han suplicado en paz que cese el genocidio, han clamado: ¡Yá paren! ¡Él dijo por favor, ya, no más! ¡Déjenlo! ¡Paren!

No son las gentes que protestan hordas de vándalos, muchos menos de asesinos, lo de la gente indignada en las calles no es vandalismo, es repudio y protesta. No son vandalismo sus consignas, ni su llanto, ni su airada reacción a favor de la vida y la dignidad. Es el gobierno de la mafia en el poder, con masacres y asesinatos, responsable de alterar la paz social.

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