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FÉNIX - Chris Torres
FENIX
Chris Torres
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“Me verás volar, por la ciudad de la furia. Donde nadie sabe de mí. Y yo soy parte de todos” (1988, Soda Stereo)
Así, pocos reconocíamos a quienes marchaban con nosotros, todos con banderas de Colombia, con camisetas de la tricolor, entonando cantos de resistencia, dándonos ánimo, éramos parte de todos. En la glorieta de Siloé se había formado un punto de resistencia, se cerró el paso; muchachos jóvenes y otros no tanto, se tomaron ese lugar, realizando actos culturales, profesores y estudiantes, incluso de las escuelas de salsa, fueron parte del espectáculo, no obstante había tensión en el aire. Lo peor venía cuando caía la noche, y como los cuentos de la cripta, salían cual vampiros ávidos de sangre, “los tombos” a disparar y pasar sus tanquetas sobre quienes, en su convicción firme, seguían resistiendo. Corrían por las calles de mi barrio, buscando refugio, algunas caras eran conocidas, pero los días pasaron, los enfrentamientos seguían, ya las mañanas tampoco eran seguras, antes de mediodía se calló la música para dar paso a gritos y protestas, la ollita comunitaria del día había sido desperdiciada gracias a la buena labor del Esmad, abuelos que ayudaban en esa tarea de compartir con la comunidad un plato de comida, fueron agredidos. La multitud se enardece y como una horda armados con piedras, principalmente, se enfrentan a esa injustificada acción. Casi un mes después, cuando se pensó que la situación no podía ser peor, un Dollar City estalla en llamas, teniendo en sus entrañas infernales a un joven de 16 años completamente carbonizado, y empieza nuevamente el murmullo popular, ese muerto es del

Estado. Los canales de noticias vuelven al barrio, a cubrir los acontecimientos, el desconcierto de la gente, el dolor de una madre y de una hermana que no entienden cómo un chico que venía de trabajar termina quemado a unos pocos minutos de su casa. “Me verás caer como un ave de presa, me verás caer sobre terrazas desiertas” (1988, ¿Soda Stereo) o debo decir sobre locales desiertos…?
Días después cuando ya “era seguro” salir, tuve que pasar por esa misma glorieta, el sentimiento de desesperanza me golpeó como una enorme bola de hierro, las calles parecían salidas de una película de esas que siempre anuncian el fin del mundo, escombros, el pavimento como recién embetunado, las calles desiertas y tuve la sensación de ser una sobreviviente. “Me verás volver, me verás volver, a la ciudad de la furia, a la ciudad de la furia” (1988, Soda Stereo).