DES PER TAR
Rosa Naizuly Guarín Cardozo
Cansado de una luz cegadora que reprimía una oscura realidad,
a la que siempre fue sometido por manos de un enemigo manipulador, enviciado y corrupto, un pueblo logró el despertar de un profundo sueño en el que estuvo sumergido durante mucho tiempo. Finalmente, alzó la voz una sociedad marginada, siempre vista como presa fácil para un lobo disfrazado de oveja, que trajo consigo fuertes brechas sociales que desencadenaron un caos en el que ardería la ciudad, difícilmente, controlable. Condiciones de precariedad y desigualdad vividas constantemente significaron motivo de angustia y dolor. Aun así, el proponer una nueva reforma en la que poco se estaría garantizando la vida digna del pueblo, fue motivo suficiente para desatar la furia de un estallido social que se convirtió en memoria histórica de un pueblo rebosante de anhelos constantemente pisoteados y olvidados. [18] La ciudad de la furia