SUCESOS Juliana Urbano Urbano
entre carteles, pitos y sonrisas, multitudes de hombres, mujeres, niños y niñas por aquí y por allá, y en cada esquina donde te posaras, alegremente entonaban arengas, cantos y rimas que, con fervor, brotaban de sus almas. Sí … te hablo de una ciudad que nació … O no, mejor dicho, renació cual ave fénix que se despoja de sus cenizas y emprende el vuelo más fuerte que nunca. Así mismo, esta ciudad donde cientos de personas crecen al ritmo de la salsa, marcó el comienzo de lo que durante unos meses sería, cual campo de guerra, donde se batiría a duelo y entre armas, gases, daños, e incluso muertos que aún se lloran por las calles, el sueño de muchos: dejar caer una gran venda que durante décadas traía encima.
Bajo un día soleado y con el cielo despejado de abril,
Pero no hace falta adentrarse mucho en esta ciudad de ensueño. Si la caminas un poco se llega al oriente, donde la calidez de sus habitantes te va envolviendo, y quizá hasta entristeciendo, pues no hace falta alzar mucho la mirada para notar que casi que, en cada esquina, en cada semáforo, se esconden algunas de las más grandes problemáticas de esta preciosa y colorida ciudad: la pobreza, la delincuencia, el hambre, el desempleo y podríamos sentarnos, tomar un café y continuar enumerando cada una de las desgracias que trae a bordo este paraíso. Porque sí, es un paraíso, pero mal administrado, un paraíso que por el deseo de poder y ambición desmesurada de unos cuantos, se ha ido lentamente al fango. [116] La ciudad de la furia