María Fernanda Descance Portilla
DIGNIDAD Todo ser humano es merecedor de tener una vida digna.
La Loma de la Cruz ahora llamada Loma de la Dignidad, se convirtió en uno de esos espacios públicos de la ciudad de Cali, que desde el 28A y durante muchos días de movilizaciones, dejó de ser solo ese espacio donde normalmente se realizaban actividades culturales y comerciales de la zona, a ser un espacio en donde se reunieron distintos grupos, sentires, saberes y diversas manifestaciones artísticas que mostraron de manera pacífica el gran descontento que hay con las políticas del gobierno nacional y sus dirigentes. Muchas movilizaciones provenientes de distintos lugares se concentraron en este espacio y llegaban en chiva, en moto, en bici o caminando, todos con atuendos diferentes y colores sobresalientes que nos caracterizan. Las vuvuzelas, pitos, tambores, megáfonos, banderas, símbolos, pancartas, entre otras cosas, generaron una gran cantidad de ritmos y sonidos que, acompañados de arengas, comunicaron distintas expresiones bajo el intenso calor o lluvia. Gritos, algarabía, cánticos, música, teatro, poesía, performance, danza, partidos de fútbol, ollas comunitarias, bloqueos y diversas actividades de distintos colectivos, fueron las expresiones de resistencia que mantuvieron la energía y animaron a seguir luchando en medio de toda esa coyuntura. En muchas ocasiones la presencia del Esmad, la policía y helicópteros sobrevolando dañaron la paz; intimidaron a la gente; tensionaron el ambiente y generaron confrontaciones en medio de la aglomeración de personas mayores de edad o con discapacidad, jóvenes, niños, vendedores ambulantes, mascotas, etc., [98] La ciudad de la furia