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El surgimiento del estado intergeneracional en América Latina: el rol de la demografía y las políticas en la definición del gasto público
3.1 EL ESTADO INTERGENERACIONAL Como se comentó previamente, los cambios demográficos tienen impactos fiscales y económicos directos. A medida que la población envejece la demanda de servicios como pensiones, educación, salud y cuidados de largo plazo evoluciona y crea nuevas presiones que deben ser abordadas por las políticas públicas. El siglo XX fue testigo de la expansión y transformación del rol de los gobiernos en las economías industriales avanzadas. El gasto público aumentó más de cuatro veces como porcentaje del PIB, desde aproximadamente el 10% a principios de siglo a alrededor del 45% al final de dicho siglo. El gasto social se convirtió en la función principal del gobierno. A principios de siglo, el gasto en educación, pensiones, atención médica y en otros programas sociales solo representaba cerca del 10% del gasto público. Al final del siglo XX, dicho gasto absorbía más de la mitad del gasto público total. Este nivel de gasto, junto con la recaudación impositiva que lo financiaba, implicó una transferencia intergeneracional de recursos: los impuestos recaudados, principalmente a los adultos en edad de trabajar, se destinaron al financiamiento del gasto social, orientado, en gran medida, a niños y adultos mayores. El término “ascenso del estado intergeneracional” (Miller, 2011) describe este papel cambiante del Estado en las economías industriales avanzadas. Es probable que, en América Latina, el siglo XXI sea testigo del surgimiento del Estado intergeneracional y, por lo tanto, de nuevos desafíos fiscales. Este cambio será impulsado, en parte, por las fuerzas implacables del envejecimiento poblacional en la región, producto de la expansión del ciclo de vida demográfico moderno: menor cantidad de niños y vidas más prolongadas. Las políticas de gasto social, tanto presentes como futuras, acompañarán este cambio a medida que las economías de la región se vuelven más ricas y las poblaciones envejecen. El envejecimiento poblacional, es decir, la transición desde una población joven hacia una más envejecida, reestructurará el panorama demográfico de la región. Si bien dicha transición es inevitable, su tiempo y su ritmo variarán de un país a otro. El impacto de este cambio dramático en el panorama demográfico dependerá, en gran medida, de la generosidad de los beneficios públicos y de las políticas que los definan ¿Cómo será el gasto social en una América Latina más 29