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largo plazo
política pública y el tercero (denominado escenario base) con un efecto combinado de demografía y políticas públicas.
La diferencia observada entre los escenarios planteados resulta llamativa en el caso de Brasil. Si los beneficios de las pensiones se mantuviesen en los niveles actuales, el envejecimiento poblacional conduciría a un sorprendente aumento de 18 puntos porcentuales en el gasto público. El escenario base supone que la generosidad futura de los beneficios de pensiones descendería a niveles similares a los de los países de la oCdE. En otras palabras, las reformas actualmente implementadas, al igual que aquellas que aún no se han legislado, reducirían los beneficios de las pensiones por adulto mayor a la mitad. Por lo tanto, se proyecta que el fuerte impacto del envejecimiento demográfico en el país se vería compensado por la reducción de la generosidad de las pensiones, que provocaría un incremento de 2,6 puntos porcentuales en el gasto público (equivalente a la mediana del aumento en América Latina). La situación de Argentina es similar a la de Brasil. Se prevé una caída en la generosidad del beneficio que convergerá a la de los países de la oCdE, mientras que el aumento en el gasto como consecuencia del envejecimiento (5,6 puntos porcentuales) sería casi enteramente compensado por la disminución estimada en los beneficios de las pensiones (30%). A pesar de las fuertes presiones del envejecimiento, se presume que Argentina tendría el menor aumento del gasto en pensiones entre los países latinoamericanos (menos de 1 punto porcentual). Se esperan compensaciones similares para México, uruguay, Colombia, Chile y Panamá.
En otros países, los aumentos proyectados del gasto público -que incluyen mayores niveles de cobertura y de beneficios por persona cubierta- incrementarían el impacto fiscal del envejecimiento poblacional. En Costa rica, el aumento simulado de la generosidad de las pensiones agrega 2 puntos porcentuales y, junto con el impacto demográfico, produciría un alza total de 5,9 puntos porcentuales, una de las más elevadas de la región. Se estiman incrementos similares en Paraguay (2 puntos porcentuales) y Ecuador (1,9). también se advierten importantes aumentos, debido a la expansión de los beneficios de pensiones, en república dominicana (1,4 puntos porcentuales), guatemala (1,3) y Venezuela (1,1). En resumen, si bien el envejecimiento constituye el principal impulsor de los futuros costos de los sistemas de pensiones, se espera que los cambios en las preferencias de política también tengan un rol preponderante en la definición de dicho impacto.
3.5 EL ROL DE LA DEMOGRAFÍA Y DE LAS PREFERENCIAS
DE POLÍTICA EN LA DEFINICIÓN DEL GASTO PÚBLICO
EN SALUD Y CUIDADOS DE LARGO PLAZO
La Figura 3.9 presenta el gasto público promedio en salud y en cuidados de largo plazo, por persona, según edad en los países de ingresos altos y medios-altos. La información proviene del proyecto National Transfer Accounts (Cuentas nacionales de transferencias). Los sistemas de salud poseen tres características clave, como puede verse en la Figura 3.9. En primer lugar, la población de mayor edad suele hacer un mayor uso de los servicios de salud. En este sentido, es esperable que el envejecimiento poblacional, al incrementar la proporción de adultos mayores, redunde en un aumento en el gasto público en salud. En segundo lugar, el comportamiento del gasto destinado a las personas menores de 65 en los países de altos ingresos y de ingresos medios-altos es llamativamente similar. Como se