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envejecida y rica
dichos gastos dirigido a los adultos mayores. El potencial incremento mencionado (1,7 puntos porcentuales) es moderado en comparación con el aumento previsto del gasto en pensiones (2,6 puntos porcentuales). Sin embargo, según las proyecciones, varios países tendrían aumentos sustanciales del gasto en salud y en cuidados de largo plazo. tal es el caso de Chile (5 puntos porcentuales), uruguay (4 puntos porcentuales) y Costa rica (3,8 puntos porcentuales ). La clave para entender esta dinámica reside en el gran redireccionamiento de recursos hacia los adultos mayores, cuya participación en el gasto en salud se incrementaría del 14% al 46% en tres décadas. Esta notable transformación es producto del envejecimiento poblacional y del mayor nivel de gasto por adulto mayor, impulsado por el potencial aumento del PIB per cápita.
El curso futuro de la generosidad de los beneficios, en particular del sector salud, es una conjetura fundamentada, aunque persisten dudas en el sector sobre el rol que desempeñará la futura tecnología en el aumento, o la disminución, de los costos de provisión de los servicios. La evidencia histórica sugiere que la tecnología conduce a un crecimiento de los costos entre 0,5% y 2% mayor que el del PIB. En un período de 30 años, este amplio margen implicaría que los costos de salud podrían aumentar entre el 16% y más del 82%. un rango considerablemente amplio. En la literatura también se debate el efecto que tendrán los mayores ingresos sobre la demanda en salud. El modelo que emplea la oCdE para sus proyecciones supone que el aumento de los ingresos tiende a disminuir la demanda en salud (sobre la base de una elasticidad ingresos de 0,8). Por el contrario, en el presente trabajo, el incremento de los ingresos contribuye a cerrar la brecha entre América Latina y la oCdE y, por lo tanto, a impulsar aún más el nivel de gasto en salud. Cabe señalar que las proyecciones de salud presentadas en este capítulo se encuentran alineadas con aquellas que utilizan una metodología alternativa y más compleja. Las estimaciones del gasto en salud descritas son casi tan buenas como las alternativas, pero ninguna es particularmente buena.
3.6 EL FUTURO DEL GASTO PÚBLICO EN UNA AMÉRICA
LATINA MÁS ENVEJECIDA Y RICA
El futuro del gasto público estará determinado por una combinación de la estructura demográfica y los cambios en las preferencias de política. Cualquier proyección que se realice debería incorporar supuestos sobre la evolución de la demografía (más previsible) y la generosidad de los beneficios futuros (menos previsible). A continuación, se presentan proyecciones del gasto público social, bajo un escenario en el que las preferencias de política –capturadas mediante la rgB– permanecen estables y solo varía la estructura demográfica de los países. Estos resultados luego serán comparados con escenario hipotéticos que sí suponen cambios en las preferencias de política.
La Figura 3.19 muestra la composición y el nivel agregado del gasto en educación, en salud pública y en pensiones, bajo el escenario denominado “solo efecto demográfico”, en el cual las rgB se mantienen en los niveles vigentes en 2015. En este escenario, la mediana del gasto social promedio de los países de la región alcanzaría el 15,6% del PIB en 2045, cerca del nivel actual de los países del oCdE. Seis países se ubicarían por debajo de dicho nivel: guatemala, república dominicana, El Salvador, Honduras, Perú y Paraguay. En el otro extremo, Brasil tendría un gasto significativamente superior al de cualquiera de los países de la