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5.5 Conclusiones
que minimicen la fragmentación y optimicen la coordinación de los servicios de atención; y vi) focalizar las políticas públicas en intervenciones preventivas en vez de curativas.
5.5 CONCLUSIONES
El envejecimiento poblacional propone una serie de desafíos relacionados con el aumento de la mortalidad y la morbilidad por afecciones crónicas y degenerativas. Estas afecciones se asocian con necesidades de atención médica más complejas y costosas, dado que requieren una mayor cantidad y variedad de servicios de diagnóstico, tratamientos, consultas médicas, hospitalizaciones y medicamentos.
El aumento del gasto en salud a menudo es atribuido al envejecimiento de la población. Sin embargo, el envejecimiento por sí solo no es el principal impulsor del gasto en salud. Por el contrario, hay una variedad factores no demográficos, como los niveles de ingresos, los precios relativos del sector, los avances tecnológicos y los diferentes marcos institucionales de los sistemas de salud, que generan incentivos particulares y estructuras operativas.
Esta fenómeno también es probable que ocurra en América Latina y el Caribe. Los perfiles de mortalidad y morbilidad de las personas mayores en la región coinciden con las expectativas de una población más vieja. En algunos casos, los patrones ya son muy similares a los observados en los países de la OCdE, lo cual sugiere que –de acuerdo con las predicciones de la teoría de la transición epidemiológica– la transición hacia los perfiles de salud prevalecientes en los países más desarrollados ya está ocurriendo.
La mayor incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles y degenerativas, asociada con el envejecimiento de la población, tendencia que se espera continúe en los años venideros, exige reorientar los sistemas de salud, y pasar de un modelo reactivo centrado en enfermedades y episodios agudos a otro de atención integral enfocado en adultos mayores y sus cuidadores.
En lugar de expandir los servicios de atención aguda para pacientes hospitalizados, es fundamental fortalecer la atención primaria y la prevención, a fin de mejorar la gestión de las condiciones crónicas y garantizar una coordinación efectiva entre los diferentes proveedores de atención médica, sus entornos y los servicios de cuidados de largo plazo. Al respecto, es posible implementar varias estrategias a la vez: reformas en los sistemas de pago; capacitación y sensibilización de los equipos interdisciplinarios de la salud; programas de atención integral; mejores sistemas de información; mayor acceso a tecnologías y medicamentos basados en evaluaciones de costo-efectividad; y, apoyo para las estrategias de autocuidado que permitan a las personas cuidarse a sí mismas y mantenerse saludables, independientemente de la afección inicial.
El aumento de la longevidad es uno de los grandes logros de la humanidad y no debiera estar asociada a problemas de salud, deficiencias o limitaciones. Sin embargo, es crucial que los sistemas de salud incorporen las medidas necesarias para responder a estos desafíos de manera costo-efectiva, ya que, de lo contrario, el incremento del gasto podría ser considerable.