
2 minute read
y políticas
como la educación. En este caso, el consumo de los adultos mayores estaría desplazando al del resto de la sociedad con posibles efectos sobre la acumulación de capital humano. no obstante, el gasto educativo podría reducirse naturalmente al caer la proporción de jóvenes. una opción disponible en países que cuentan con recursos naturales es consumir dichos recursos, aunque en términos macroeconómicos podría ser inconsistente con la regla de Hartwick (1977) y derivaría en un ahorro genuino menor al ahorro observado (Hamilton, 2008). una alternativa viable sería mitigar el incremento de la razón de sustento, actuando sobre el ingreso laboral en vez del consumo. Para lograrlo se podría extender la edad de retiro (Sheiner et al., 2007). Por ejemplo, dicha edad podría establecerse en función del incremento en la esperanza de vida, tal como está sucediendo en países envejecidos como Suecia. Asimismo, una mayor participación femenina en el mercado laboral ayudaría a contrarrestar los efectos del envejecimiento en la región.
Cada una de estas opciones tiene el potencial de provocar cambios irreversibles en la estructura de la economía. La magnitud de tales cambios dependerá del contexto estructural preexistente y del marco institucional.
4.5 ENVEJECIMIENTO: CAMBIOS ESTRUCTURALES,
RESTRICCIONES Y POLÍTICAS
Algunas de las consecuencias económicas de la transición demográfica, como el primer dividendo, son transitorias, mientras que otras son permanentes, como el aumento de la demanda de riqueza del ciclo de vida. un cambio reversible (el primer dividendo) puede causar cambios irreversibles (el aumento de ingreso per cápita debido al segundo dividendo). Cuando las consecuencias son irreversibles, es necesario considerar tres factores para evaluar el impacto final en la estructura económica. En primer lugar, las características de la estructura económica en la que ocurre el cambio demográfico. dado que las transformaciones en las economías de ingresos medios suelen vincularse con el proceso de desarrollo, en términos macroeconómicos, la transición demográfica en países como aquellos de la región se enfrenta a un doble cambio estructural, uno inducido por la demografía y otro, por el desarrollo. El segundo factor es la reacción de los individuos al envejecimiento. El envejecimiento parece estar relacionado con cambios en el comportamiento de los individuos en cuanto a las variables macroeconómicas importantes, como el ahorro, la relación capital-producto, el perfil de inversión, la riqueza personal, la decisión de participar en la fuerza laboral, la propensión a emigrar, la capacidad de desempeño laboral y las preferencias de consumo. El tercer factor es la reacción institucional y política y la capacidad de acción colectiva por parte de los diversos grupos involucrados,
En esta sección se analizan las restricciones, así como las transformaciones estructurales y de conducta de las cohortes de mayor relevancia para la región y se discuten tanto las políticas públicas como las reformas institucionales que podrían ayudar a los países de latinoamericanos en su preparación para el envejecimiento. La discusión se organiza a partir de cuatro ejes: i) el ahorro, los ingresos no laborales y la razón de sustento del consumo –que toma en cuenta no solo el ingreso laboral, como se ha hecho hasta ahora, sino también el no laboral basado en la acumulación de activos–; ii) la productividad; iii) las cuentas fiscales y iv) el sistema financiero.