Capítulo 8 Quebrada Santa Julia: una escena del Pleistoceno terminal
El sitio arqueológico de quebrada Santa Julia (LV. 221) corresponde a un punto angular en la comprensión del poblamiento de la región, en tanto provee datos para entender un momento singular en la vida de las poblaciones que habitaron la zona hace 13000 años. Pensamos que corresponde a una «ventana» de corto aliento, en tanto la integridad y resolución de sus manifestaciones permiten suponer que el conjunto de evidencias respondió a las actividades conducidas durante un muy corto lapso, que lejos de mostrar un panorama social completo de estas poblaciones, exhibe un escenario simple, con pocos actores y acciones inequívocamente representadas.
1. Síntesis de investigaciones, contextos y conjuntos arqueológicos La identificación del sitio de quebrada Santa Julia fue precedida por el desarrollo de un programa geoarqueológico diseñado para una búsqueda de los pisos y ambientes disponibles en el Pleistoceno final, los cuales habilitaban la identificación de ocupaciones humanas. El programa incorporó prospecciones dirigidas y sondeos estratigráficos sistemáticos en áreas donde no se había reconocido presencia humana y estuvo orientado hacia depósitos de tipo lacustre, en un paisaje donde en la actualidad estas formaciones son inexistentes. Consecuente con este procedimiento el sitio se ubicó en una pequeña quebrada de orientación este-oeste y drenaje al Pacífico, donde se forma un bosque que mezcla especies nativas e introducidas, como Eucaliptus sp. El bosque «relicto» de Santa Julia corresponde a un ambiente cerrado a lo largo de la profunda quebrada que contrasta con el dominio semiárido del entorno circundante. La humedad relativa diaria medida