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Capítulo 5. Nuestra área de estudio (31°-34° S) y su escenario ambiental
Los antecedentes ambientales y la descripción del área de estudio buscan, por una parte, entender los escenarios que facultan o limitan la existencia y características del registro arqueológico y, por otra, contextualizar las ocupaciones humanas dentro de un marco ecológico. Para llegar a ambos objetivos se debe transitar por escalas temporales y espaciales, así como entender los alcances de los datos ambientales producidos por variadas disciplinas (Dincauze, 2000; Grosjean y otros, 2003).
1. Condiciones ambientales actuales en el norte semiárido y Chile central mediterráneo Las condiciones ambientales actuales en el área comprendida entre los ~31° y 34° S corresponden a las presentes desde el límite sur del norte semiárido (~30° a 32° S) hasta la porción norte de la zona mediterránea (~32° a 35° S), y representan una continuidad latitudinal norte-sur de incremento en las precipitaciones y disminución de las temperaturas medias (Romero, 1985). En la actualidad ambas zonas se caracterizan por la ocurrencia de veranos secos e inviernos húmedos, producto de las fluctuaciones que experimenta el margen norte del denominado Cinturón de Vientos del Oeste durante su ciclo anual (Garreaud y otros, 2009). Dicho cinturón corresponde al principal flujo atmosférico zonal (dirección oesteeste) que ocurre en latitudes medias (~30° a 55° S) de ambos hemisferios (Miller, 1976). Cambios a lo largo del año en la posición y vigor del Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur, centro de altas presiones cuya posición promedio se encuentra focalizada en los ~30° S, modula el ciclo anual del borde norte del Cinturón de Vientos del Oeste. De este modo, durante el verano austral, cuando la influencia del Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur alcanza hasta ~42° S, el borde norte
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del Cinturón de Vientos del Oeste, experimenta una importante retracción hacia el polo, concentrando su flujo entre los ~45° y 55° S. Por el contrario, durante el invierno austral, el Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur se localiza al norte de su posición promedio y provoca una expansión y un desplazamiento de toda la banda del Cinturón de Vientos del Oeste hacia el Ecuador, llegando su borde norte hasta los ~30° S (Garreaud y otros, 2009). Sin lugar a dudas, uno de los controles más significativos de la variabilidad climática a escalas de tiempo inter-anual a multi-decadal en la zona corresponde a la denominada El Niño Oscilación del Sur. Este corresponde a un modo oscilatorio del sistema acoplado océano-atmósfera del Pacífico tropical, que extiende su efecto hasta zonas subtropicales y latitudes medias al modular la posición del Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur y, por lo tanto, del Cinturón de Vientos del Oeste (Garreaud y otros, 2009). Los términos El Niño y La Niña constituyen los extremos cálido y frío de las temperaturas superficiales marinas de este patrón de variabilidad climática, respectivamente. En el área de estudio, la ocurrencia de eventos tipo El Niño se expresa como veranos secos e inviernos húmedos, en tanto durante los años de La Niña, se registra una situación diametralmente opuesta (Rutllant & Fuenzalida, 1991; Montecinos & Aceituno, 2003; Garreaud y otros, 2009). Consecuente con la gradiente latitudinal de aumento de precipitaciones, la hidrografía también sufre modificaciones latitudinales en el área de estudio. Dentro del norte semiárido dominan los ríos en torrente de régimen mixto en la forma de cuencas exorreicas: andinas, preandinas y costeras; destacándose al estero Conchalí —dentro del área de Los Vilos— como una de las pocas cuencas de carácter preandino. En la zona mediterránea (zona subhúmeda) también dominan los ríos en torrente de régimen mixto en la forma de cuencas exorreicas, aunque solo con variantes andinas y costeras (Niemeyer & Cereceda, 1984). La orografía incide en la conformación del escenario ambiental por cuanto las distintas formaciones como la cordillera de la costa restringen la influencia oceánica y, por tanto, el nivel de humedad relativa del ambiente. El norte semiárido se caracteriza por una estructura orográfica simple, con amplias planicies litorales, amplios valles fluviales, un fuerte desarrollo de sistemas andino costeros (600 a 1000 msnm) y la presencia de la cordillera de los Andes hacia el oriente (Romero, 1985). En este sector, el más estrecho en Chile, la cordillera de la costa se desarrolla de forma adyacente a la cordillera de los Andes, sin mediación de la depresión intermedia. La zona mediterránea presenta un panorama más complejo, ya que a las unidades orográficas fundamentales —cordilleras de los Andes y de la costa—, se suman ejes paralelos precordilleranos que facultan la existencia de cuencas