JOSÉ CABRERA CHACÓN – JESÚS MACEDO GONZALES
b.
Atrapados en el tiempo Así como en el caso peruano, las condiciones históricas y estructurales que condicionaron la aparición de las colectividades juveniles en el escenario regional, son similares. Desde las que determinaron la presencia de las maras en Centroamérica, a las que facilitaron la vida del parcero de Colombia. Para Perea (2007), las pandillas son un desafío a los actuales proyectos de ordenamiento y urbanización, ya que significan la renuncia de los jóvenes a los proyectos institucionales. La 42 vida del pandillero, es posible no por ser un excluido del sistema, sino por ser un producto del mismo. Muchos autores utilizan la variable del tiempo para analizar el 43 fenómeno juvenil. El tiempo cobró un sentido diferente al nuestro en la vida de los pandilleros. El tiempo institucional que proponía una estructuración de la vida a partir de los ciclos productivos, aparece descolocado en la vida de estos jóvenes, que no se adaptan a sus márgenes. El tiempo paralelo de los muchachos que integran las pandillas está exonerado de fechas y horarios. (Perea, 2007). Quizás por ese motivo, una de sus frases predilectas sea hacer hora o matar el tiempo. Nuestras aspiraciones sociales y los medios institucionales para alcanzarlas, no son compartidas por ellos. Su vivencia no tiene imperativos pues viven del goce que les proporciona el día a día: llevar la vida en la piel.
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Se han ensayado diferentes denominaciones alternativas a la palabra pandillero. De esta manera Martín Santos los llamó esquineros trajinantes en sus textos de inicios de década. Santos Anaya, Martín. La Vergüenza de los Pandilleros: Masculinidad, Emociones, Conflictos en Esquineros del Cercado. Lima: CEAPAZ, 2002. 43 La Parábola del Tiempo de Carlos Feixa, constituye un modelo fundamental. Carles Feixa. De Jóvenes, Bandas y Tribus. Antropología de la Juventud. Ariel. Barcelona, 1998. 90