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c. Representaciones sociales

Siempre hemos creído que se tienen que romper esas ideas de moratoria social en el trabajo con los jóvenes para que puedan asumir el rol protagónico que les corresponde como ciudadanos. En la medida que los consideremos en preparación, estaremos justificando el paternalismo y dando pie al autoritarismo. A los jóvenes les corresponde cumplir su rol como ciudadanos que tienen derechos y deberes.

c. Representaciones sociales

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Existe un conjunto de representaciones sociales en torno a nuestra idea de los jóvenes y de la juventud. Muchas de estas representaciones no necesariamente corresponden a saberes obtenidos a partir de la investigación académica, sino a un conjunto de sentidos comunes que se reproducen en los medios, en la calle, e incluso en algunos espacios de toma decisión. De allí que no sea raro que en los noticiarios se propalen sin ningún tapujo, ciertos estereotipos y estigmas acerca de los jóvenes.

“UNA POSE MÁS AGRESIVA PE COMPARE…”

Octubre de 2011. Cercado de Lima. Barrio El Planeta. Margen izquierda del río Rímac.

Dos reporteros de un diario limeño acuden a cubrir las actividades de un proyecto de resocialización de jóvenes de la Municipalidad de Lima. Los jóvenes que participan del proyecto pertenecen a algunas pandillas de la zona.

En determinado momento el fotógrafo les solicita una toma grupal. Los jóvenes forman entonces un ameno grupo lleno

13 Algunas ideas planteadas en esta sección han aparecido en el Blog del Instituto de psicología y Desarrollo, gestionando por José Cabrera.

de sonrisas, de gestos amistosos. Uno de ellos, inclusive, carga una mascota entre los brazos. Entonces el periodista les increpa: “muchachos, una pose más agresiva pe, más salvaje, si no, mi editor no me va a pasar la nota”.

Entre sonrisas, entonces, los muchachos se sacan el polo y lucen orgullos cicatrices, tatuajes; se ponen de lado para mostrar el brazo más fiero y “recorrido”. Modifican sus rostros frunciendo el ceño y mostrando los dientes. El periodista “poncha” e inmediatamente anuncia el comienzo de las entrevistas individuales. No puede entrevistar a todos, así que selecciona a tres o cuatro, aquellos que lucen más cicatrices y tatuajes.

Las representaciones sociales operan tanto en los que reciben la información de los medios, como en los que las producen. En nuestro ejemplo, actúan como un filtro sobre la percepción del periodista impactando en la selección de sus imágenes y contenidos. Más tarde, influirá sobre los propios consumidores. Ellos ya no sabrán de los gestos amistosos, pues solo le son presentados seres salvajes, violentos, irracionales, hambrientos de venganza.

Las representaciones sociales constituyen sistemas de valores, nociones y prácticas que proporcionan a los individuos los medios para orientarse en el contexto social y material,

para dominarlo (Moscovici, 1961).

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Nuestros conocimientos espontáneos y sentidos comunes se construyen socialmente y se establecen a partir de nuestras propias experiencias y de la información que recibimos a través de las tradiciones, el sistema educativo y los mass media (Jodelet, 1984). Las representaciones sociales son estructuras comunicacionales a

14 Moscovici (1961), citado por Perera, M., 2005, Perera, M. (1999): “A propósito de las representaciones sociales: apuntes teóricos, trayectoria y actualidad”. Infor-

me de investigación. CIPS. La Habana.

las que se accede a través del lenguaje, pues se reproducen a través del discurso. Se organizan de diferente forma según la cultura y las clases.

En un taller de jóvenes en Moquegua, discutíamos el significado de juventud, en su mayoría los participantes eran adolescentes entre trece y diecisiete años. Hubo tres respuestas interesantes que reflejaban sus representaciones sociales sobre ellos mismos: soy joven porque dependo de mis padres, soy joven porque me puedo equivocar, soy joven porque

puedo crear algo nuevo. Estas respuestas grafican lo que hemos venido planteando hasta ahora.

Por otro lado, debemos mencionar que algunos psicólogos insisten en que actualmente muchos jóvenes experimentan una adolescencia tardía y que no quieren separarse de sus padres, de allí que no sea raro que cuando se unan a una pareja, traigan ésta a la casa paterna. Muchos de ellos estarían marcados por el miedo y una baja autoestima, sobre todo los jóvenes en edad escolar.

La representación produce un sistema de anticipaciones y expectativas, moldeando la realidad según la propia representación: constituye, entonces, la propia realidad. Como bien dijimos, son muchos los espacios en donde se crean y reproducen éstas representaciones. Un espacio importantísimo es el de las instituciones, donde históricamente se ha construido la imagen de los jóvenes respondiendo al deber ser.

Quien no encaja dentro de esta expectativa institucionalizada, queda al margen y es depositario de los estigmas con que la sociedad excluye a quienes no pudieron alinearse dentro de sus cánones (vago, marginal, ninis). Estas representaciones son potencialmente perniciosas pues no sólo

afectan el enfoque de política estatal (leyes, planes nacionales, ordenanzas municipales, etc.) sino que se hacen carne en los programas que deberían crear mejores oportunidades para los jóvenes.

Otro espacio generador de representaciones son los medios de comunicación, y en especial, el cine y la televisión. En ellas se ofrecen imágenes mundanas de la juventud. El cine peruano está repleto de estos estereotipos, sino recordemos

Es innegable que la prensa es uno de los principales agentes de socialización de nuestra sociedad; construye modelos, crea referentes, propone —a veces sutilmente y otras de manera muy directa— un determinado estilo de vida. Pero ¿qué modelos o referentes proponen los medios de comunicación? ¿Cuál es el estilo de vida que los medios invitan a seguir? (…).

Una de las imágenes de los jóvenes —la principal desde mi punto de vista; no por su importancia sino por su persistencia en los medios— es la del personaje que es la síntesis del monstruo incontrolable al que hay que temer, y el incapaz de readaptarse por sí mismo, al que hay que corregir a través de medios punitivos (…).

Encontramos también que la imagen del joven desadaptado y violento se halla íntimamente vinculada a la figura del pobre (…). La violencia es el recurso de los que no tienen recursos sí, pero sobre todo de los que carecen de recursos simbólicos a través de los cuales puedan construir una convivencia pacífica y una cultura ciudadana de respeto de deberes y derechos.

Cruzado, 1998

las películas DIOSES o Ciudad de M, o series como Al fondo

hay sitio, ambientados en los sectores medio y alto de la sociedad limeña. En los últimos años se pusieron de moda los programas televisivos llamados reality como Esto es Guerra y Combate. Estos programas delinean una forma de entender a los jóvenes y de percibir la vivencia juvenil de acuerdo a su pertenencia a diversos estratos sociales. De ahí que es importante tener un análisis crítico sobre los modelos que allí se ofrecen.

Los que dirigimos programas y proyectos con jóvenes sabemos que es bastante difícil lograr una cobertura periodística para las actividades de desarrollo lideradas por ellos. Sin embargo, los diarios peruanos están llenos de noticias que cubren actos de vandalismo, sicariato y pandillaje (ver recuadro). Tenemos que promover capacidades comunicativas para que los jóvenes usen los medios de comunicación y éstos no usen a los jóvenes. Los medios son instrumentos de información, ocupan un rol en nuestra sociedad y hay que usarlos.

Finalmente, otro espacio donde se reproducen los estereotipos de la juventud es el de los propios jóvenes.

“Las representaciones que de sí mismos construyen los jóvenes, en el marco de su experiencia social, son edificaciones imaginarias que se concretan con la creación o adopción de estilos, mediante los cuales los grupos se definen a sí mismos, cómo son y cómo quieren ser, pero también cómo quieren que los demás los definan. Estilos y rituales operan como identificadores simbólicos entre los pares y como diferenciadores frente a otros (jóvenes y adultos)”.

Texto del Seminario de Investigación en Juventud de la Universidad Autónoma de México

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