También cuelga un retrato (143 x 114 cm) de Carlos IV, de autor anónimo de finales del siglo XVIII, bastante inferior en calidad a los dos anteriores, pero interesante desde el punto de vista iconográfico. La figura del soberano aparece de algo más de medio cuerpo y viste uniforme de coronel de Guardias de Corps, con el Toisón, banda y placa de la orden de Carlos III y otras condecoraciones; apoya la mano derecha en un sillón, a la vez que el bicornio y el bastón reposan sobre una mesa.
madrileño. En este último edificio se conserva un retrato de similares dimensiones que representa, también con atuendo civil y sin el aparato de las imágenes oficiales, al rey consorte don Francisco de Asís. Ambas pinturas fueron realizadas por Madrazo, entonces segundo pintor de cámara, para ser regaladas al infante don Francisco de Paula, padre del soberano, aunque se desconoce cómo la primera llegó a su actual paradero. En el óleo de Isabel II, de extraordinario intimismo, contrasta la ligereza de la pincelada, tanto en los rostros perfectamente modelados de ambas figuras como en los blancos de las telas y los brillos verdes del raso, con los gruesos empastes de los dorados adornos del sillón, todo ello recuperado tras una limpieza.
La única representación femenina es la de La reina Isabel II con la infanta Isabel en brazos (142 x 101 cm) y se debe al pincel de Federico de Madrazo y Kuntz (1815-1894). Firmado (F.M.º/1852) en el ángulo inferior derecho, el cuadro muestra a la reina que, sentada en un sillón ricamente decorado, viste traje de raso verde con camisa de chorreras de encaje blanco y sin atributo alguno de su regia condición; en su regazo sostiene a la entonces princesa de Asturias, la pequeña infanta Isabel Francisca —más tarde célebre en Madrid como «La Chata»— de apenas unos meses de edad y vestida con ligera camisa blanca, siendo el sobrio fondo del cuadro posiblemente una habitación del Palacio Real
SECRETARÍA PARTICULAR El antedespacho de la Secretaría Particular cuenta con un techo bellamente decorado en el siglo XIX con pinturas al temple de gusto neoclasicista, que han sido
Techo y lámpara de la Secretaría Particular.
EL PA L ACIO DE BU ENAV ISTA
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EL I N T ER IOR DEL PA L ACIO