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Despacho de Ayudantes

DESPACHO DE AYUDANTES

La antigua sala de espera del ministro de la Guerra sirve hoy de despacho de los ayudantes del Jefe de Estado Mayor del Ejército; a ella se accede a través de una puerta de doble hoja decorada, como las demás de la habitación, según el estilo de la época de Carlos IV, en blanco y verde azulado con adornos dorados.

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El techo luce una sencilla ornamentación en la cornisa combinando dorado y azul verdoso con elementos arquitectónicos, coronas de laurel con ramas, trofeos militares y, en los ángulos, medallones femeninos de estirpe clásica entre ramas de laurel y roble y remate de venera. En el centro cuelga una lámpara de bronce y cristal que data de mediados del siglo XIX y está decorada con varios medallones y un grupo de amorcillos en la parte superior.

Entre el mobiliario, que imita el estilo Luis XV, aunque en su mayor parte es del siglo XIX, destaca una pareja de cómodas de madera de caoba de perfil ondulado, ricamente decoradas con adornos de gusto rococó de bronce dorado en tiradores y bocallaves, siendo la cubierta de mármol verde y blanco; sobre dos de ellas, que datan de mediados del siglo XVIII, se alzan sendos espejos de marco dorado que rematan en motivos vegetales y una venera como si trataran de

Despacho de Ayudantes. (detalle).

entonar con los adornos de los ángulos del techo. Hay asimismo una consola Luis XV con tablero de mármol blanco, muy similar a las otras dos antes mencionadas y una mesa de estilo Luis XVI. En uno de los muebles reposa un reloj de pizarra y bronce, en cuyo basamento se muestran dos frisos con figuras clásicas en bajorrelieve y encima, un geógrafo sentado —tal vez Galileo— que sostiene sobre las piernas una esfera armilar y un compás, apareciendo detrás dos libros.

Por otra parte, varias esculturas adornan las cómodas. Son las representaciones de un Soldado italiano (56 x 14 x 12 cm) y un Lancero italiano (41 x 17 x 40 cm), fundidos en bronce, que fueron regalados por la Jefatura del Estado Mayor del Ejército de la República Italiana.

Pero las obras artísticas más interesantes de esta sala son los retratos de cuatro reyes de la Casa de Borbón. Uno de ellos es el retrato de Felipe V (141 x 111 cm), obra del francés Louis-Michel van Loo (1707-1771); de algo más de medio cuerpo, el soberano aparece vestido con armadura y manto real de armiño, luciendo en el pecho el collar del Toisón y la banda azul de la orden francesa del Espíritu Santo; en la mano izquierda sostiene la bengala de mando y apoya la derecha en la espada. Completan la escena un aparatoso casco con plumas y un fondo de paisaje de suave gradación cromática. La fecha de realización del lienzo, que es semejante al conservado en el Museo del Prado, puede situarse entre la llegada a España del artista en 1737 para ser pintor de cámara y la muerte del soberano en 1746.

De otro lado, el retrato (106 x 84 cm) del rey Luis I de Borbón, depósito del Museo del Prado (nº 2370), se debe al francés Jean Ranc (1674-1735), aunque algunos detalles hagan pensar en que pueda tratarse más bien de una réplica de taller. El monarca, representado de algo más de medio cuerpo y de lado, viste casaca azul de elegantes bordados con media armadura y manto rojo, sosteniendo con la mano derecha la bengala de mando; el fondo es un sencillo paisaje.

Reloj de pizarra y bronce en el que, probablemente, se representa a Galileo.

Carlos IV, escuela española del siglo XVIII.

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