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Despacho del Jefe de Estado Mayor del Ejército
DESPACHO DEL JEFE DE ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO
El actual despacho de trabajo de la más alta jerarquía del Ejército de Tierra había sido utilizado desde mediados del siglo XIX por el titular de la Subsecretaría del Ministerio de la Guerra. Luce en la bóveda una elegante decoración pictórica, realizada con temple a la cola sobre una fina capa de estuco, técnica aplicada en los techos de las principales salas de la planta noble. La mayor parte de ellos, al igual que numerosas pinturas sobre lienzo, ha sido restaurada en los últimos años en línea con la constante preocupación del Ejército de Tierra por mantener en la mejor situación su rico patrimonio artístico, como muy bien ha precisado González-Pola (1995:277-285).
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Varias parejas de ninfas en contrapuestas y movidas actitudes flanquean distintos recipientes con flores, en tanto que unos putti sostienen guirnaldas en las zonas inferiores confluyendo sus miradas y gestos en las parejas centrales de cada luneto. Tanto en los motivos florales como en la compartimentación de la superficie, las pinturas muestran cierto eco de las decoraciones realizadas por Juan de la Mata Duque en algunas salas del Palacio Real de Aranjuez y de la Casa del Labrador del mismo real sitio. La lámpara de bronce dorado, una de las más elegantes del palacio, data del siglo XIX y cuenta con dos cuerpos de adornos vegetales del mismo material.
De una de las paredes cuelga el cuadro titulado Socorro de la plaza de Constanza, obra del italiano Vicente Carducho. Representa la liberación de esa ciudad del sitio al que estaba siendo sometida por el ejército sueco, que pretendía cortar las vías de comunicación entre las tropas imperiales y españolas durante la Guerra de los Treinta Años. Este es uno de los tres cuadros, junto con La expugnación de Rheinfelden y El socorro de Brisach, pintados para conmemorar en el Salón de Reinos las victorias del ejército de Alsacia, mandado por Gómez Suárez de Figueroa, duque de Feria, en 1633. El duque aparece en primer plano, a caballo, ocupando prácticamente toda la mitad izquierda del lienzo. Luce media armadura, sombrero y la banda roja de general, mientras porta en una mano la bengala de mando. Junto a él aparecen un paje —que le lleva la lanza— y varios caballeros con armadura. En segundo plano se desarrolla la batalla y al fondo se divisa la ciudad de Constanza, situada a orillas del lago del mismo nombre. Este cuadro es propiedad del Museo del Prado.
Mucho más reciente es el retrato de Felipe VI pintado por Antonio Montiel, que representa al rey con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra. Es una obra de gran realismo, pintada en 2019, que destaca por la expresividad del rostro y la mirada del monarca.
Existe un reloj francés de tipo Brocot de finales del siglo XIX, con basamento de mármol negro en el que hay dos figuras de bronce pavonado representando a dos guerreros medievales con los codos apoyados en el plinto que aloja la máquina, en cuya parte inferior se aprecian dos celadas. El reloj forma conjunto con un par de candelabros cuyo soporte es una figura de guerrero de la misma época, que finge sostener un trofeo militar.
Techo y lámpara del Despacho del Jefe de Estado Mayor del Ejército.

Antonio Montiel
Felipe VI (2019).

Vicente Carducho
Socorro de la plaza de Constanza (1634, Museo Nacional del Prado, Madrid).