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Vestíbulo de las Conchas
Don Juan Carlos I y Doña Sofía, de perfil, con las firmas respectivas de los reyes y una corona real en la parte inferior; son obra realizada en torno a 1980 por el escultor abulense Santiago de Santiago Hernández (n. 1925).
La espaciosa mesa es de estilo Fernando VII, aunque moderna como casi todo el mobiliario, con sillones y sillas del mismo estilo con el característico remate del respaldo. En uno de los extremos del comedor llama la atención un biombo de cuatro hojas en madera dorada y tallada con paños de seda blanca ornada con motivos vegetales en tonos dorados; conservado antes en la Sala de Porcelanas y en el Salón Teniers, sucesivamente, pudiera tratarse de una antigua pieza de mobiliario del siglo XVIII, pero remozada en los años finales del XIX ya que ostenta las iniciales del rey don Alfonso XII y de su primera esposa, doña María de las Mercedes de Orleans.
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Sobre una consola de estilo Fernando VII, de madera de caoba y con cuatro soportes en forma de capiteles de palmetas y patas de león en bronce dorado, descansa un reloj francés del siglo XIX de este mismo material, cuya esfera está firmada por los hermanos Raingo en París («Raingo Fres / Paris»); la decoración es de estilo Luis XVI a base de patas curvas y motivos vegetales, haciendo juego con los dos esbeltos candelabros de seis luces que lo flanquean.
VESTÍBULO DE LAS CONCHAS
Este elegante recinto, también conocido como Hall Noble por su función, pero que podría denominarse Sala de Batallas por las escenas que decoran sus paredes, presenta las esquinas del techo decoradas con unas veneras enmarcadas en palmas doradas bajo las que se muestran los distintivos de las cuatro órdenes militares medievales: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.
De las paredes cuelgan varias pinturas de diferentes épocas y estilos. Muy interesantes son dos composiciones de Batallas que cabe atribuir al pintor barroco valenciano Esteban March (1610-1668), quien manifestó especial atracción por las escenas bélicas con pequeñas figuras en agitadas y violentas actitudes; una de


José Carol
La Vicalvarada (1854).
ellas (43,5 x 60 cm) se desarrolla en medio de gran cantidad de polvo y humo, entre los que se destaca la silueta de unos caballos en corveta; en primer plano, unos soldados agonizan y, al fondo a la izquierda, se abre un cielo azul con nubes blancas; en la parte de atrás del cuadro se conserva un papel en que puede leerse: «Esteban Mark, pintor valenciano imitador de la escuela veneciana». La otra escena (41 x 60 cm), de estilo muy semejante, ofrece un pasaje de lucha entre caballeros, también en medio de una gran polvareda, destacando en el centro un jinete con estandarte; en el horizonte se distingue la luz del atardecer con nubes y la humareda de la batalla. Un tercer lienzo de Escena de batalla (43 x 68 cm) cabe asimismo relacionar con el modo de hacer de Esteban March, y en él aparecen unos soldados peleando a caballo inmersos en nubes de polvo, apreciándose en el lado derecho otro aspecto del combate que se desarrolla al fondo ante una montaña.
Fechables igualmente en el siglo XVII y relacionadas con los muy parecidos estilos del flamenco Pieter Meulener (1602-1654) y del francés Jacques Courtois (1621-1676) son dos pequeñas tablas (41 x 52 cm) con sendas representaciones de Batalla de vivo colorido, que muestran a varios jinetes en encarnizado combate ante un fondo de lucha y de ciudad.
También de asunto militar es el lienzo que representa La Vicalvarada, obra del casi desconocido José Carol, de quien Ossorio y Bernard (1883-1884:135) tan sólo indica que, por entonces, era sargento del Regimiento de Iberia. En el centro aparece la figura de O’Donnell, vestido con uniforme de general de Caballería, acompañado a la derecha por su Estado Mayor, tras el que se advierten en la lejanía las tropas formadas con banderas; a la izquierda, parte de un cañón y una batería de artilleros y, al fondo, el caserío de la localidad madrileña de Vicálvaro o de Canillejas, donde el general arengó a las tropas sublevadas el 28 de junio de 1854. En la zona inferior derecha del lienzo puede leerse la firma del autor («J. Carol. 1.er cuadro / 1 de junio de 1854»), pero la fecha no parece correcta al resultar anterior al propio hecho histórico que se reproduce, por lo que cabe suponer que debería ser del siguiente 1 de julio.
El mobiliario consiste en una mesa, varias sillas y consolas modernas de estilo Luis XV en blanco y con

Estatua ecuestre de Carlos III, obra de Sergio Blanco.
adornos dorados, y unos espejos venecianos. Sobre la mesa, destaca una estatua ecuestre del rey Carlos III, excelente bronce (89 x 25 x 65 cm) realizado en el año 2004 por el bilbaíno Sergio Blanco, famoso cantante y escultor de formación autodidacta, que está dotado de extraordinaria habilidad para plasmar tanto los uniformes como, en este caso, la elegante alzada del caballo español y las distintas piezas de los arreos; en el basamento puede leerse la firma: «SERGIO / BLANCO / MMIV».
Una estatuilla (32 x 10 x 10 cm) de bronce que encarna a un Soldado español de Cazadores de Infantería de 1880 es trabajo de Luis Sánchez López, militar retirado y escultor especializado en figuras de soldados españoles de distintas épocas en bronces de pequeño formato, con un personal tratamiento expresionista de las formas. Un reducido bronce de Hernán Cortés, firmado por Antonio Colmeiro, es el boceto de la estatua que decora el patio grande del palacio.