
20 minute read
ÚLTIMAS RESTAURACIONES
ÚLTIMAS R E S T A U R A C I O N E S ÚLTIMAS
El Ejército de Tierra, depositario de un patrimonio histórico-artístico de incalculable valor, está firmemente comprometido con el objetivo de devolver todo su esplendor al Palacio de Buenavista.
Advertisement
Techo y lámpara del Salón Teniers.

ÚLTIMAS
RESTAURACIONES
SALÓN TENIERS
Bóveda y cornisa
El techo del Salón Teniers presenta un tondo central de 150 cm de diámetro, con decoraciones en relieve doradas y pintadas. Está flanqueado por dos tondos más pequeños, de 87 cm de diámetro, con el mismo orden decorativo. A continuación, existe una guirnalda perimetral con motivos vegetales y palmas —todo ello en blanco— sobre fondo de color terracota, enmarcada con molduras doradas. Continúa una calle, también en terracota, donde se ubican en los ángulos y en el centro de los lados ocho palmas y roleos en relieve dorados. Sigue una escofia con doce coronas de laurel y dieciséis jarrones, enlazados por guirnaldas, alternando el blanco y el dorado sobre fondo de color terracota. En los ángulos de la escofia aparecen cuatro mascarones con rostros de mujer de corte clásico, de 120 cm de diámetro. Por último, existe una cornisa perimetral en blanco con molduras doradas.
Todos los elementos pintados, tanto en blanco como en terracota, están realizados al temple, mientras que los elementos dorados están ejecutados en oro fino con técnica a la sisa.
El estado de conservación se caracterizaba por la presencia de suciedad superficial acumulada, a causa principalmente de la contaminación ambiental. También había grietas y fisuras, sobre todo en la zona de los ángulos, y algunas goteras, que habían provocado pérdida de pintura y alteración cromática. Además, los dorados estaban craquelados. En intervenciones anteriores, para dar una mayor sensación de volumen, se habían limpiado y raspado algunas zonas de los estucos blancos y se había aplicado una pátina oscura en determinadas áreas de los estucos dorados. Por su parte, la pintura del fondo presentaba repintes de naturaleza plástica.
Los trabajos de restauración del temple original comenzaron por la eliminación de la suciedad y la reintegración volumétrica con escayola, mientras que las
faltas fueron rellenadas con masilla sintética. La reintegración cromática se realizó con pintura al temple y lápices de colores pastel.
En el caso de los elementos dorados, tras la limpieza y la reintegración volumétrica se procedió a aplicar, sucesivamente, una imprimación sintética, un esmalte sintético brillante, un barniz y una pintura al óleo para igualar el color al original. A continuación, se doraron dichos elementos con oro fino y se les aplicó un barniz de protección.
Por lo que respecta a la cornisa, hubo que eliminar la purpurina que se encontraba presente en determinadas zonas. Además, se fabricó y colocó una estructura perimetral de escayola, de 35 m de largo, para ocultar la nueva instalación eléctrica que ilumina la bóveda.
DESPACHO DE AUDIENCIAS
Chimenea
El Despacho de Audiencias cuenta con una chimenea francesa elaborada en mármol blanco y mármol negro, con decoración de piedras semipreciosas.
Está guarnecida con un marco de mármol blanco, flanqueado por dos columnas, sobre pedestal y fondo de mármol negro. Dispone de una repisa en la parte superior, cuya cornisa está decorada en mármol negro con apliques de hoja de bronce dorados y sobrepuestos. El frente superior lleva tres ménsulas de mármol blanco e incrustaciones de ágata y lapislázuli sobre mármol negro. Tanto las basas como los capiteles de las columnas son de bronce dorado: las basas están molduradas con decoración de hojas y los capiteles son de estilo corintio, con busto central y remates de voluta. Los fustes, de mármol blanco, llevan incrustaciones presentan en su parte superior incrustaciones de malaquita y lapislázuli. Por su parte, la zona del hogar presenta una rejilla sobre marco moldurado de latón, anclado al mármol blanco.
Esta chimenea mostraba señales de deterioro, principalmente, en el frente de incrustaciones de piedras semipreciosas y en la totalidad de los elementos metálicos, debido a la oxidación y la presencia de restos de otras intervenciones. En el caso de las incrustaciones, las piezas mejor conservadas eran las de mayor tamaño. Tras una cuidadosa limpieza, se pudo observar que existían numerosas reintegraciones anteriores en forma de estuco —ennegrecido por la suciedad—, así como pérdida de algunas piezas circulares. También se observaban pequeñas fracturas en el mármol negro del frente y el mármol blanco de las columnas, como consecuencia de la falta de determinadas piedras. Del mismo modo, había pérdida de relleno en las juntas de los bloques de mármol
Chimenea del Despacho de Audiencias.

y se apreciaba suciedad residual y falta de lustre en todas las superficies, como resultado del paso del tiempo.
En primer lugar, se utilizó una mezcla de cromo y agua para eliminar la suciedad, el óxido y los restos de limpiadores aplicados durante años sobre los bronces y latones. A continuación, se aplicó a los bronces un protector específico para metales.
Las superficies de mármol fueron tratadas con una solución de alcohol etílico y jabón neutro, utilizando un abrasivo ligero en las zonas que ofrecían mayor resistencia. Antes del pulido final, se aplicó un protector a todas estas superficies.

En cuanto a las piedras semipreciosas, se eliminaron los estucos de reintegraciones anteriores en la repisa y se aplicaron mezclas de resina de poliéster con pigmentos. Para ello, se eligieron tonos neutros, buscando una cierta similitud con las pocas piedras originales que quedaban. En las columnas, se procedió únicamente a corregir las faltas e igualar tonalidades, respetando las reintegraciones realizadas con anterioridad.
Cornisamento
El cornisamento del Despacho de Audiencias está formado por friso y cornisa con estructura de madera de pino, regruesada con madera de caoba y decorada con molduras talladas, doradas y policromadas.
El friso está anclado a la viga del muro y descansa sobre los capiteles de las 20 columnas que hay en la sala. Dicha viga es una pieza de madera de pino con una escuadría de 30 x 20 cm. El friso se divide en dos partes: una interior adosada al muro, con paneles lisos de madera de caoba y decoración de molduras, y otra exterior unida a la cornisa, con decoración en madera de caoba de 3 mm, con la veta en vertical.
La cornisa es una viga de madera de pino con una escuadría de 28 x 12 cm, regruesada en madera de caoba de 15 mm y, a su vez, fijada a unas vigas procedentes del muro (20 x 15 cm) mediante pletinas de hierro y tornillería. Las columnas son de orden compuesto y llevan decoración de capitel tallado, dorado y policromado.
Toda la caoba está tratada con goma laca y patinada con una mezcla de tinte y barniz. Las molduras están doradas en oro fino al agua, con algunas zonas bruñidas, y los fondos pintados al temple en color blanco roto.
La estructura de madera no presentaba movimientos ni deterioros de ninguna naturaleza, así como tampoco había presencia de organismos xilófagos ni agentes patógenos. En cuanto a las columnas, se observaba la pérdida de cuñas en su ajuste con el friso, lo que las hacía más inestables y vulnerables. La madera de caoba mostraba suciedad acumulada en forma de grasa y oxidación del barniz debido al paso del tiempo. Por lo
que respecta a la ebanistería, existían algunas piezas sueltas en la greca de cubos del friso.
Las molduras doradas y policromadas presentaban suciedad acumulada de tipo graso, que proporcionaba un tono pardo apagado a las zonas doradas y un aspecto ennegrecido al fondo blanco. También había grietas en las uniones de tramos de moldura, así como pérdida de dorado y capa pictórica.
Los trabajos de restauración comenzaron por la limpieza de las maderas con una solución de disolvente nitrocelulósico y alcohol, a fin de eliminar la grasa acumulada y la oxidación de la goma laca, junto con los restos de pátina que ocultaban la madera original. Para una limpieza más exhaustiva, se utilizó un abrasivo ligero. Tras aclararlo todo con alcohol, se ajustaron las piezas sueltas de los cubos y se colocaron cuñas nuevas en las columnas que así lo requerían.
La intervención sobre las molduras doradas y policromadas consistió en la limpieza mecánica y química de las superficies, su saneamiento, la reposición de los volúmenes que faltaban —empleando madera de tilo o resina—, la aplicación de cola de conejo a modo de imprimación, el estucado con yeso mate, el dorado con la técnica original —al agua—, el bruñido de determinadas zonas, la protección del dorado con un barniz para metales y la reintegración del color blanco de fondo.
Trumeau y detalle del techo del Despacho de Audiencias.

Trumeau
El trumeau del Despacho de Audiencias tiene forma rectangular y es de madera de caoba, con unas dimensiones aproximadas de 2,90 x 1,60 m. Las tallas están doradas en oro fino con técnica mixta al agua y al mixtión. Se divide en dos cuerpos: uno inferior, que es el mueble del espejo propiamente dicho, y otro superior, que contiene la imagen de Manuel Godoy.
El soporte del cuerpo inferior es de caoba barnizada con goma laca al estilo francés, con distintas molduras perimetrales consistentes en sartas de perlas y hojas de agua. En la calle central se alternan mascarones y motivos vegetales.
El segundo cuerpo presenta un semicírculo con tallas de punta de flecha, motivos vegetales y estrellas, enmarcado por sarta de perlas y moldura de hoja de agua. Dentro del semicírculo aparece representado Manuel Godoy: busto con vestimenta romana y corona ducal (ostentaba el título de duque de Alcudia) sujetada por dos figuras aladas y, debajo, un barco (alegoría de su nombramiento como almirante). Todo ello, flanqueado por dos caballos alados y, en las esquinas superiores, sendas trompetas triunfantes y coronas de laurel.
El trumeau presentaba, en general, un buen estado de conservación. No obstante, las tallas doradas tenían suciedad acumulada de tipo graso, causante del aspecto ennegrecido y el tono pardo que presentaban estas piezas, lejos del brillo y el color original. Había grietas en las uniones de tramos de talla y molduras, así como restos de intervenciones anteriores —sobre todo en la parte superior— y faltaba una parte importante del soporte de la moldura de sarta de perlas.
Para subsanar estas deficiencias, se desmontaron las piezas doradas y se limpiaron con una solución de disolvente nitrocelulósico y alcohol, junto con un abrasivo ligero, mientras que los soportes de caoba fueron tratados con goma laca transparente. A las tallas y molduras doradas se les aplicó una limpieza mecánica, seguida de una limpieza química. Para la reposición de los elementos que faltaban, se empleó madera de tilo y una resina específica para restauraciones volumétricas. Posteriormente, se aplicó cola de conejo y resina a modo de imprimación, se realizó el estucado a la manera tradicional —con cola de conejo y yeso mate— y se doraron los distintos elementos, tanto al agua —bruñendo aquellas zonas que debían tener un acabado brillante— como al mixtión, procediendo después a aplicar un barniz de protección. Para finalizar, se volvieron a colocar todas las piezas en su posición original.
Pintura mural
El techo del Despacho de Audiencias está decorado con una pintura mural al temple que, en uno de sus ángulos, presentaba una gotera. Como consecuencia de ello, había manchas de humedad, presencia de sales y pérdida puntual de la capa pictórica, así como desprendimientos y abolsamientos de la misma.
Una vez consolidada y sentada la capa pictórica, se procedió a eliminar las sales. A raíz de ello, aparecieron algunas lagunas por la degradación del soporte, que hicieron necesaria una reintegración volumétrica con carbonato cálcico y, posteriormente, la aplicación de estuco. La reintegración cromática de las lagunas se realizó con acuarela. En la zona más baja, pegada a la cornisa, hubo que fabricar un color al temple imitando el color original, debido a que la degradación de la pintura era muy acusada. Por último, para disimular y mimetizar los cercos de humedad, se emplearon lapiceros pastel.
Puertas y sobrepuertas
El Despacho de Audiencias tiene cuatro puertas. La primera es de dos hojas y dispone de un panel en la sobrepuerta. Las hojas tienen florón y molduras doradas en oro fino al mixtión y oro falso en la cara interior. Con tres cuarterones, los dos superiores son rectangulares mixtilíneos, mientras que el inferior, más pequeño, es cuadrado. Todo ello, enmarcado con perlas y molduras doradas. En el plano exterior de la jamba, hay medallones con cabeza de león y cenefas de motivos vegetales, mientras que el dintel luce un arco y un carcaj, flanqueados por dos copas con cabeza de jabalí y palmas. Todo ello, igualmente dorado. La sobrepuerta está presidida por una figura del dios Apolo, en color blanco, con una lira dorada como atributo. Lo flanquean roleos dorados con ángeles en blanco y dos
grifos dorados con sendos arcos en el pico. Dos medallones en bronce con la cabeza de Medusa ocupan los ángulos superiores.
La segunda puerta presenta el mismo orden decorativo que la primera, salvo que el dintel luce en este caso una lanza y dos coronas de laurel. Preside la sobrepuerta una figura femenina con piel de león sobre los hombros, acompañada en los roleos por dos ejemplares de pavo real, un animal que en la mitología griega se relaciona con la diosa Hera. La tercera puerta muestra idéntica decoración que la segunda, salvo por el hecho de que, en esta ocasión, la figura central de la sobrepuerta es una deidad femenina con el manto al viento, aparentemente sin ningún atributo.
La cuarta puerta es similar a la primera, con la única diferencia de que en la sobrepuerta aparece una figura masculina coronada y con el atributo de un águila, representando posiblemente al dios Zeus.
El estado de conservación de las cuatro puertas se caracterizaba por la falta de numerosos elementos ta-
Sobrepuerta del Despacho de Audiencias.

llados y de algunos soportes, grietas en los ensamblados de las diferentes piezas, deformación de los tableros de las sobrepuertas, presencia generalizada de suciedad y óxido, craquelado de la pintura al temple, etc.
Al comienzo de la intervención, se desmontaron todos los elementos de las puertas y sobrepuertas, aplicándoles una limpieza específica en función de la técnica de ejecución: dorado en oro fino con técnica al agua en las sobrepuertas y los dinteles; pintura de color blanco en las figuras centrales, los roleos y la moldura perimetral de las sobrepuertas; y dorado en oro fino y falso con técnica al mixtión en las cenefas de las embocaduras y molduras de las puertas.
En el caso de los soportes de madera, se tuvo en cuenta la naturaleza de los materiales: el marco de las puertas es de madera de caoba maciza y consta de varios planos con decoración de moldura tallada y dorada; la sobrepuerta es un panel de madera de pino rechapado en madera de caoba de 2 mm, que lleva una moldura perimetral tallada y decorada; y las puertas son de madera de pino y están regruesadas en madera de caoba de 3 mm, con un acabado de barniz de base alcohólica, y llevan manillas y bocallaves de bronce dorado, cinceladas con motivos vegetales.
En general, todas las maderas se encontraban oscurecidas y deterioradas por el paso del tiempo y como consecuencia de alguna intervención anterior. A esto hay que añadir la oxidación del bronce dorado, la falta de pequeñas piezas, la deformación del panel de la sobrepuerta —con grietas en la chapa de caoba— o la degradación de los barnices por su envejecimiento. Sin embargo, no se detectó la presencia de organismos xilófagos.
Las hojas de las puertas y el resto de elementos de madera fueron desmontados para su limpieza con abrasivo ligero y, en las zonas más complicadas, con una mezcla de alcohol y acetona. Las piezas que faltaban se reintegraron utilizando madera de caoba y masilla acrílica pigmentada. Para un mejor acabado de todas las superficies, se aplicó goma laca y una imprimación acrílica. Por su parte, los bronces se limpiaron con decapante y una mezcla de acetona y alcohol, siendo necesaria en algunos casos su inmersión en una solución de ácido crómico y agua.
La intervención en las puertas y sobrepuertas del Despacho de Audiencias finalizó con el montaje de todos los elementos en su posición original. Cubrerradiadores
En el Despacho de Audiencias existen dos tipos de cubrerradiadores: los del paramento de los balcones y los del paramento de la chimenea.
Los primeros no tienen rejilla frontal, ya que en realidad ocultan aparatos de aire acondicionado. Disponen de una toma de aire en la parte inferior y una salida de aire en la parte superior. Estos cubrerradiadores siguen el orden decorativo del zócalo, a excepción únicamente de la toma de aire, que presenta una pequeña rejilla. Consisten en un cuarterón central enmarcado por una moldura, con alternancia de hojas de acanto en blanco y lenguas y cordón dorados. La zona del rodapié es un moldurón con talla de palmetas y ochos, alternando el dorado con el blanco. El fondo presenta una chapa de caoba sobre soporte de pino, barnizada al estilo francés.
Los cubrerradiadores del paramento de la chimenea rompen el orden decorativo del zócalo, ya que presentan una rejilla frontal para la salida del calor. La instalación de los radiadores de agua, posterior a la decoración original, obligó a alterar el zócalo: el cuarterón central fue sustituido por dos puertas de rejilla metálica, enmarcada por moldura de pasta. Tanto la rejilla como la moldura se encuentran doradas en oro falso, aunque originalmente el dorado de la moldura era en plata corleada.
En general, el estado de conservación de los soportes de madera era bueno, salvo algunas grietas en las uniones y faltas puntuales en los ángulos de la chapa de caoba. Sin embargo, el barnizado estaba muy deteriorado a causa de la oxidación, que proporcionaba un tono pardo al conjunto y escondía los colores originales. Por último, las molduras doradas presentaban intervenciones generalizadas en oro falso al mixtión e incluso retoques puntuales en purpurina.
Los trabajos sobre los cubrerradiadores de ambos paramentos comenzaron con el desmontaje de las tapas y sus molduras. Se eliminó de forma mecánica el barnizado envejecido, se limpió la zona con alcohol y se reintegraron las piezas perdidas —utilizando un tipo de madera similar y masilla acrílica pigmentada—. A continuación, se aplicó un fondo de goma laca para sacar a la luz el tono natural de la caoba y, tras una capa de imprimación acrílica, se volvió a barnizar la madera con goma laca para un mejor acabado.
Por lo que respecta a las molduras doradas, se eliminó el oro falso al mixtión utilizando un decapante especial y, mediante resina, se procedió a la reintegración volumétrica del soporte allí donde era necesario. La aplicación de estuco permitió preservar los pocos restos del dorado original en oro fino al agua y, a continuación, se doraron las molduras —con esa misma técnica o con mixtión— y se bruñeron determinadas zonas para darles un acabado brillante. El blanco roto original de la moldura fue reintegrado con pintura al temple.
Embocaduras y enmarcados
La embocadura y el enmarcado de las puertas forman un mismo orden decorativo. La embocadura presenta dos planos con cuarterón central rehundido y rodeado por moldura de talla de hoja de agua dorada en oro fino, mientras que el enmarcado dispone de una moldura de talla de hojas de acanto dorada al agua en oro fino. El soporte de caoba está barnizado con goma laca al estilo francés.
El estado general de conservación de los soportes de madera era bueno, salvo por la presencia de grietas en las uniones de los ingletes y piezas nuevas de pino en los dinteles. Sin embargo, la oxidación del barnizado proporcionaba un tono pardo al conjunto y escondía los colores originales. Además, las molduras doradas presentaban intervenciones generalizadas en oro falso al mixtión e incluso retoques puntuales en purpurina, así como faltas de talla.
Para la restauración de los soportes, se eliminó de forma mecánica el barnizado envejecido, se lavó la zona con alcohol y se reintegraron aquellas piezas que habían desaparecido, utilizando un tipo de madera similar y masilla acrílica pigmentada. Posteriormente, se aplicó un fondo de goma laca y, después de dar una capa de imprimación acrílica, se volvió a barnizar la madera con goma laca al estilo francés.
Las molduras doradas fueron tratadas con un decapante para retirar el oro falso al mixtión, mientras que para la reintegración volumétrica se empleó una resina específica. A continuación, las molduras del enmarcado se doraron al agua, colocando uno a uno los panes de oro hasta cubrir toda la superficie. Por su parte, las molduras de la embocadura, a las que se aplicó un estuco sintético a fin de preservar los pocos restos de oro fino, fueron doradas al mixtión. Para finalizar, se bruñeron aquellas zonas que debían tener un acabado brillante.
Columnas y otros elementos
El Despacho de Audiencias está decorado con columnas de caoba cuyos capiteles presentan un acabado en oro fino al agua y pintura de color blanco. Cada columna luce dos collarines en el tercio inferior del fuste y una basa con talla de hojas en oro falso al mixtión y pintura blanca.
El estado de conservación de la madera, en general, era bueno. Sin embargo, la oxidación del barniz proporcionaba un tono pardo, alejado del color original de la caoba. También había arañazos y golpes en la zona media y baja de las columnas.
Los capiteles presentaban faltas de talla en salientes y zonas interiores, así como desprendimientos de talla, grietas con rotura, retoques puntuales de purpurina, suciedad generalizada de tipo graso, acumulación de polvo y falta de dorado y pintura. Además, algunos capiteles tenían poca estabilidad.
Los trabajos de restauración de las columnas fueron similares a los descritos anteriormente y a los que permitieron devolver también su aspecto original a otros elementos del Despacho de Audiencias: el rodapié, los zócalos y las molduras perimetrales.
VESTÍBULO DE LAS CONCHAS
Bóveda, cornisa y paramentos
El techo del Vestíbulo de las Conchas presenta una doble moldura rectangular agallonada, que continúa en una escofia cuyos ángulos están decorados con veneras, flanqueadas por palmas y guirnalda vegetal. Formando parte del mismo motivo decorativo, bajo la cornisa —consistente en una moldura lisa agallonada— se ubican las cruces de las cuatro órdenes militares españolas: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. Los paramentos de la sala disponen de puertas de doble hoja, cubrerradiador y doble puerta acristalada que oculta un ascensor.
La pintura del techo y los paramentos es de naturaleza plástica sobre soporte de yeso. Las molduras del techo y la cornisa están doradas en oro falso al mixtión, mientras que la decoración de los ángulos está dorada en oro fino al agua. Las cruces de las órdenes militares son de talla sobre soporte de madera.
El techo y los paramentos se encontraban, en general, en buen estado de conservación, salvo algunas grietas puntuales en la zona de los ángulos y la escofia. Las molduras del techo y la cornisa estaban también bastante bien, pero el oro falso presentaba un avanzado estado de oxidación. En cuanto a los motivos decorativos de los ángulos, el principal problema era el mal estado del oro fino: desprendimientos, grietas, craquelados, faltas, etc., con un repintado generalizado en purpurina.
Allí donde había pintura plástica, la restauración consistió en la limpieza de las superficies, el saneado de las grietas, la reintegración volumétrica donde era necesario y el sellado de las juntas. A continuación, se volvió a aplicar pintura plástica. Donde había oro falso al mixtión, este fue eliminado con lija y aplicado de nuevo tras una capa de imprimación sintética brillante en tono vainilla. Posteriormente, se le dio un barniz de protección. En cuanto a las superficies doradas en oro fino —tanto sobre yeso como sobre madera—, se eliminó el repintado de purpurina y se procedió de nuevo a dorar, bruñir y barnizar dichas zonas.
Vestíbulo de las Conchas.
