3.
EVALUACIÓN
Madrid no es consecuente con su estatus de capital europea referente a nivel internacional. Aunque la ciudad atrae a un número muy importante de turistas, no hace ningún esfuerzo hacia ellos como clientes potenciales. Al no existir un sistema integral, la ciudad no ofrece una imagen clara a sus usuarios potenciales, lo que afecta a la identidad urbana. Una capital de trascendencia, como es Madrid, siendo de las más visitadas de Europa, debe resolver cuanto antes esta carencia y ofrecer una identidad diferenciada y potente para fomentar el turismo y consolidar su posicionamiento dentro del marco internacional. Madrid no ha sabido gestionar la mente y la voz de su identidad urbana. Esto se deduce de las múltiples estrategias de comunicación secundaria desarrolladas, que se han planificado de forma incompleta (branding parcial) y desde enfoques de identidad organizacional completamente opuestos. El primer error que comete la ciudad es no tener una identidad organizacional y una identidad de marca definida. Madrid no conoce (o no parece conocer) cuáles son sus valores y sus puntos fuertes y, por lo tanto, no puede explotarlos. La señalética presente en la vía pública, a excepción de la señalética específica de metro, perjudica gravemente la gestión y comunicación de la identidad en los siguientes aspectos: • Supone el detrimento del cuerpo de la identidad urbana, al ser en sí misma un estímulo visual negativo. Esto se debe a múltiples factores: obsolescencia y falta de mantenimientos de los soportes estructurales, sobreutilización de mupis que no aportan información útil pero sí restan visibilidad al paisaje urbano, y falta de coherencia visual en los distintos subsistemas señaléticos (que aportan una imagen de cadáver exquisito). • Utiliza pésimamente la voz de la identidad urbana. No refleja ni los valores del alma ni del cuerpo de la identidad, y ni siquiera tiene una voz propia integradora (marca gráfica propia de la señalética). • La comunicación se produce mediante un diseño poco legible y mal escalado, así como mediante unos soportes que carecen de accesibilidad, visibilidad y que no están adaptados al peatón. Esto indica una falta de preocupación por los stakeholders que habla muy mal de la ciudad, y repercute negativamente tanto en los usuarios como en la reputación de la ciudad. 108