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3.7. Planimetría
• Visión a media distancia: cuando la separación entre el observador y la señal está entre 10 y 15 metros, el tamaño del cartel no puede ser menor a un cuadrado de 1 metro de lado.
• Visión a larga distancia: son letreros de gran tamaño que se sitúan a una altura superior al primer piso de un edificio. En este caso han de estar iluminados por focos en la medida de lo posible —o ser de material translúcido y contar con iluminación interior— para hacerlos más visibles durante la noche.
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Fig. 20: Visión a corta, media y larga distancia Fuente: Comunidad de Madrid
3.7. PLANIMETRÍA
Es un recurso de orientación fundamental en el entorno urbano que se define como un sistema codificado de representación espacial. En este caso solo se considerarán los planos fijos, aunque existen también planos móviles (de llevar a mano).
Aunque el uso de los planos exige cierto aprendizaje y práctica previos, su incomprensión radica mayormente en el propio sistema y su diseño.
“El hecho fundamental de todos ellos radica en la falta de correspondencia entre la información bidimensional del plano y la percepción (tridimensional y temporal) de la realidad (…) En el uso, la principal dificultad se encuentra en la sobrecarga cognitiva que la información del plano comporta (…) es primordial que el grado de información sea contenido, recurriendo a soluciones básicas resueltas esquemáticamente y ausentes de detalles.
” (García Moreno, 2012:39).
Un diseño intuitivo permite que el usuario comprenda y pueda utilizar el sistema de forma inmediata, sin tener que dedicar tiempo en estudiarlo ni entenderlo previamente.
Si hubiese que razonar o descifrar cómo funciona el sistema de orientación urbana, la gente se cansaría antes de llegar a comprenderlo y utilizaría otros sistemas de orientación no institucionales con los que ya está familiarizado, quedando el diseño completamente inutilizado.
Existen tres tipos de vertientes del plano fijo:
• Planos de ubicación: son aquellos en los que se indica la situación del observa-
dor en el plano. Deben cumplir con dos criterios imprescindibles: correspondencia espacial respecto a la situación del observador y un doble sistema de referencia, con otro hito fácilmente identificable en el mapa y en la visual.
• Planos contextuales: representan un gran campo territorial o un campus de uso concreto sin indicar la ubicación, por lo que requieren de mayor esfuerzo para ser interpretados.
• Planos esquemáticos: toman forma de esquemas abstractos y concisos, sin tener que mostrar una relación literal con la realidad.

Fig. 21: Plano de ubicación de la señalética peatonal de Londres Fuente: Legible London
En la figura 21 se puede ver un ejemplo de plano de ubicación que cumple perfectamente con los criterios imprescindibles mencionados anteriormente. La orientación del plano utiliza el mapeo heads up: el mapa no está orientado hacia el norte, sino que se gira para que la orientación coincida con la dirección a la que está mirando el usuario. Esto se ve claramente porque la flecha en “ you are here ” indica hacia donde está mirando la persona. Además, utiliza como referencias gráficos los propios edificios emblemáticos, dibujándolos en 3D y resaltándolos en color amarillo.

Fig.22: Plano de ubicación del Museo Reina Sofía (Madrid) Fuente: Dimas García Moreno
La figura 22, en cambio, es un ejemplo de plano de ubicación que no cumple con la correspondencia espacial del edificio respecto a la orientación del observador. La ubicación del usuario se encuentra en el punto amarillo señalado en el plano mirando
hacia la fachada, lo que significa que, respecto al observador, el mapa proporcionado por el museo está rotado 180 grados. El mapa debería verse de la siguiente manera para una orientación más intuitiva.

Fig. 23: Plano de ubicación rotado 180º, en el sentido de la orientación visual Fuente: elaboración propia
Por último, un mismo ejemplo puede representarse en planos contextuales y esquemáticos, como ocurre con los planos de metro.