5 minute read

2.2. Factores que perjudican la identidad

Next Article
1.2. Marca ciudad

1.2. Marca ciudad

La situación que más se acerca al estado de la señalética de Madrid en materia de identidad gráfica es la última de las opciones de la tabla 8 (ver pág. 71). Los sistemas de señalización son numerosos a la par que lo son sus empresas institucionales y privadas: Turismo Ayto. Madrid, Essential Madrid, Info Shopping. Comunidad de Madrid, CRTM Turismo, CRTM Fiesta del Orgullo, Civitatis, ElMapadeMadrid.com, Metro, EMT.

“Como en la mayoría de las ciudades, Madrid ha abordado los sistemas de orientación como una sucesión de casos particulares inconexos, no ha existido un criterio que aportara coherencia e imagen unitaria, la diversidad de organismos que han intervenido a lo largo del tiempo tampoco ha ayudado y el resultado es confuso y la integración muy pobre” (Applied Wayfinding, 2018).

Advertisement

Esto sugiere que un nuevo proyecto de señalética peatonal debe alzarse sobre los subsistemas ya existentes de forma que suponga una integración de todos ellos bajo un diseño propio, novedoso e identificativo.

2.2. FACTORES QUE PERJUDICAN LA IDENTIDAD

Inexistencia de una marca integradora

La señalética de los diferentes medios de transportes públicos como BiciMAD, autobús y Metro, Metro Ligero y Cercanías no se correlacionan entre sí ni con la señalética peatonal. A pesar de guardar correctamente una imagen propia, sobre todo en el caso del Metro, es evidente la necesidad de una marca integradora de los diferentes medios de desplazamientos sostenibles. Esta falta de coherencia visual afecta de forma directa a

la imagen de la ciudad.

Fig. 66: Señalética de BiciMAD, EMT, Metro y peatonal Fuente: Plan Director de LeerMadrid

La falta de una marca que aporte coherencia visual también afecta al grafismo de los mapas, que guarda una diferencia abismal entre uno y otro. Un grafismo unitario permitiría una lectura mucho más sencilla y rápida, al no tener que reaprender a interpretar diferentes códigos visuales. Sin embargo, los diferentes mapas orientativos que se encuentran en la acera pueden resultar contraproducentes, al contar con cada uno con una representación, escala, tipografía, y grafismo diferente.

Inexistencia de una señalética propia

Aunque parezca inverosímil, la propia carencia de un sistemas de orientación peatonal también deriva en un problema para identidad de la ciudad. El problema empieza porque, al no tener Madrid una señalética propia, la mayoría de personas opta por aplicaciones como GoogleMaps (Paisaje Transversal, 2018).

Fig. 67: Herramientas utilizadas para orientarse en Madrid Fuente: elaboración propia basada en datos de Paisaje Transversal

Estos sistemas de navegación propios de las nuevas tecnologías, a pesar de ser muy útiles, no tienen en cuenta los intereses de la ciudad. Iñaki Romero, socio de Paisaje

Transversal, lo expresa con estas palabras:

“Muchas de esas herramientas proceden de empresas y organismos ajenos a la Administración municipal. Esto hace que la imagen de la ciudad se fragmente, se someta a intereses comerciales o particulares y que no exista un conocimiento bueno de la ciudad.

” (Romero, 2018).

Del mismo modo, tampoco tienen en cuenta los intereses y las características específicas de los receptores, como el estado de la calle, la seguridad que ofrece la vía o el atractivo de la ruta.

Planimetría poco o nada funcional

Los planos que se encuentran en la vía pública de Madrid no tienen ni una escala realmente útil para el caminante a pie, ni un nivel de legibilidad adecuado, por lo que carecen de usabilidad.

Fig. 68: Plano de Madrid a una escala inadecuada para el peatón Fuente: Plan director de LeerMadrid

Fig. 69: Plano de Metro de Madrid con legibilidad precaria Fuente: Plan director de LeerMadrid

Los planos de BiciMAD y Metro, Metro Ligero y Cercanías podrían ser de gran utilidad para los turistas que no se encuentren familiarizados con estos medios de transporte, o incluso para los residentes que no estén acostumbrados a utilizar estos servicios. Sin

embargo, la escala de los mapas que ofrecen es demasiado pequeña y abarca toda la ciudad, de modo que no permite al peatón orientarse en el entorno inmediato.

Pero incluso en una escala más adecuada al peatón (figura 69), todavía deja mucho que desear la funcionalidad del plano, debido a la mala legibilidad de un diseño poco cuidado. Además, ninguno cumple con los requisitos mínimos de un plano de ubicación vistos en el Capítulo Señalética.

Todo ello hace que uno se plantee que la ciudad no se preocupa realmente de sus ciudadanos o visitantes, lo cual afecta a varios de los componentes del mix de gestión de la identidad urbana: la reputación y los stakeholders.

Soporte genérico e inadecuado

Los diferentes planos dispuestos en la vía pública, además de poco funcionales, se encuentran en soportes como mupis y marquesinas. Estos soportes de información constituyen un estándar genérico, no adaptado al entorno urbano en el que se encuentra y, desde luego, no adaptado al peatón. Lejos de invitar a ser leídos, su uso es más bien para advertir publicidad de lejos o desde el coche. No parece viable que una persona,

ya sea visitante o turista, se detenga para intentar descifrar el mapa de Madrid.

Fig. 70: Plano del Metro de Madrid en un mupi Fuente: fotografías propias

La legibilidad precaria del plano se ve aún más comprometida por la utilización de estos soportes estructurales, ya que la superficie del vidrio reflejo tanto la luz como el entorno urbano. Lo mismo ocurre con la accesibilidad y visibilidad de los planos contenidos en estos soportes, que quedan limitadas frecuentemente por el flujo de los peatones o por la obstrucción de otros objetos. Esto afecta a los stakeholders en cuanto a la gestión de la identidad.

Fig. 71: Las motos obstaculizan frecuentemente la accesibilidad de los mupis Fuente: fotografías propias

Por otra parte, los mupis se utilizan muchas veces de manera desmesurada, siendo obstáculos ellos mismos de la visibilidad en puntos clave. Se transforman, así, en ele-

mentos que no solo no refuerzan el paisaje urbano y la identidad con un soporte personalizado, sino que constituyen estímulos visuales negativos. Esto afecta directamente a la gestión del cuerpo (paisaje e infraestructuras) de la identidad urbana.

Estímulos visuales negativos en el paisaje urbano

Además de lo anterior, la señalética direccional e identificativa también constituye un estímulo negativo del paisaje urbano, debido a la obsolescencia y el grado de degradación que sufren las señales. Lo que no es útil no se valora por la ciudadanía, no se

utiliza o se utiliza mal, y, consecuentemente, no se le dota de mantenimiento alguno. Esta señalética caduca y extinta revierte negativamente en el paisaje urbano y en una pésima imagen de la ciudad.

This article is from: