El impacto sobre los trabajadores, las empresas y los lugares
Introducción El capítulo anterior demostró cómo cambian la dinámica del empleo agregado y la estructura del empleo en América Latina y el Caribe (ALC) a causa de las crisis. Las crisis provocan un mayor desempleo (en mayor medida que un aumento de la informalidad), con pérdidas de empleo particularmente importantes en el sector formal. A medida que se reducen las buenas oportunidades laborales, toda la estructura económica se ve perjudicada. La pérdida de empleo provocada por las crisis es particularmente dolorosa en la región de ALC debido a sus lentos procesos de recuperación. La reducida creación de empleo de la región depende de factores relacionados con la demanda, como empresas y localización, no solo de los trabajadores. Aunque los datos presentados hasta ahora sugieren que las crisis tienen impactos perjudiciales a nivel agregado, ¿cuál es la magnitud de sus impactos sobre los trabajadores a nivel individual?, ¿cómo ajustan los sectores y las empresas el empleo y los salarios en respuesta a las crisis?, ¿qué márgenes de ajuste se utilizan más allá del recorte de puestos de trabajo y cuál es su impacto a medio y largo plazo
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sobre la eficiencia? Y ¿cómo influyen las características de las localidades en los impactos de las crisis? Estas preguntas son importantes para las prioridades de respuesta a las crisis en la región de ALC, particularmente por sus implicaciones duraderas. Si el desempleo es persistente, el deterioro asociado con el capital humano será mayor y dará lugar a una mayor disminución del potencial de crecimiento a largo plazo. A pesar de la magnitud de un shock, si sus efectos son en gran medida heterogéneos entre los trabajadores y algunos pierden mucho más que otros, concentrar el escaso apoyo en los trabajadores que más han perdido puede generar mayores ganancias. Es mucho lo que está en juego en América Latina; no solo en términos de crecimiento potencial, sino también de estabilidad social, ya que algunos estudios recientes han relacionado el desplazamiento laboral con el aumento de la violencia (Dell, Feigenberg y Teshima 2019). Además, el capítulo anterior demostró que los ajustes cuantitativos a las crisis afectan más a los trabajadores menos cualificados que a los que tienen más cualificaciones. Los efectos permanentes pueden amplificar este efecto al erosionar aún más los ingresos de los
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