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Introducción
La dinámica del ajuste del mercado laboral 2
Introducción
Las crisis en América Latina y el Caribe (ALC) deprimen la demanda de mano de obra. No obstante, las distintas dinámicas del mercado laboral podrían explicarse por reducciones similares en la demanda de mano de obra. Desde que la pandemia del COVID-19 (coronavirus) llegó a la región de ALC, el desempleo ha aumentado aproximadamente 9,8 puntos porcentuales en Colombia, 7,6 puntos porcentuales en Costa Rica, 2,7 puntos porcentuales en Brasil, 1,5 puntos porcentuales en México, y 1,3 puntos porcentuales en Paraguay. En El Salvador se perdieron más de 65.000 empleos formales entre marzo y mayo, y en República Dominicana más de 350.000 trabajadores perdieron sus puestos de trabajo entre marzo y junio de 2020.1 ¿Significan estas estadísticas que Colombia se ha visto más afectado por la crisis del COVID-19 que los demás países? No necesariamente. La tasa de desempleo por sí sola no caracteriza totalmente el impacto de una crisis sobre el mercado laboral.
Este capítulo trata de ampliar y profundizar el conocimiento sobre cómo se ajustan los mercados laborales de la región de ALC a las crisis económicas, al complementar ámbitos fundamentales de investigación con nuevos resultados. En lugar de centrarse en las estadísticas (como, por ejemplo, la tasa de desempleo), considera los mecanismos de ajuste y su carácter cíclico y heterogéneo en empresas y trabajadores. El capítulo responde a tres preguntas: (a) ¿cuáles son los principales márgenes de ajuste de los mercados laborales en América Latina?; (b) ¿cuáles son los mecanismos fundamentales que impulsan dichos ajustes?; y (c) ¿afectan las crisis a la estructura del empleo más allá de sus efectos en los flujos de empleo?
Estas preguntas plantean la necesidad de indagar en cómo ajustan las empresas el gasto salarial (los salarios por el empleo) en respuesta a las crisis. Es preciso tener en cuenta las tres dimensiones fundamentales del ajuste. En primer lugar, las empresas pueden intentar ajustar los salarios. En segundo lugar, las empresas pueden ajustar las horas trabajadas de los empleados existentes (el margen intensivo). En tercer lugar, las empresas pueden ajustar el número de empleados (el margen extensivo). Varios estudios apuntan a que, ante shocks negativos, las empresas rara vez ajustan los salarios. Kaur (2019) observa una significativa rigidez a la baja de los salarios en India. También se ha documentado una significativa rigidez a la baja de los salarios
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reales en México (Castellanos, García-Verdu y Kaplan 2004), Sudáfrica (Erten, Leight y Tregenna 2019), y muchos otros países. Es más probable que el ajuste a la baja de los salarios reales se produzca por medio de la inflación, que se ha mantenido relativamente baja en América Latina durante los últimos veinte años.
La literatura existente señala que existe poco consenso sobre si, a priori, se puede esperar que las empresas reaccionen a un shock con un ajuste en el margen intensivo o el margen extensivo. En términos empíricos, se ha demostrado que ambos márgenes son importantes. Van Rens (2012) sostiene que, ante shocks negativos, el margen intensivo (horas) se ve tan afectado como el margen extensivo (empleo) en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Taskin (2013) obtiene un resultado similar para Turquía y EE. UU., lo que resulta sorprendente porque Turquía tiene un sector informal mucho más grande que EE. UU. En India, la falta de flexibilidad a la baja de los salarios reales empuja a las empresas a reducir el empleo (Kaur 2019).
Las instituciones también afectan a las estrategias de ajuste de las empresas. Las normativas relativas a los despidos están asociadas con un ajuste a las crisis más pausado en algunos países de América Latina (David, Pienknagura y Roldos 2020), Italia (Belloc y D’Antoni 2020), Japón (Liu 2018) y otros países. Esto retrasa el ajuste del empleo, pero a menudo conlleva costos para las futuras contrataciones. La aplicación de dichas normativas ayuda a que el sector formal resulte más atractivo a los trabajadores que el sector informal (Abras et al. 2018), y esta diferencia sigue siendo un componente fundamental de los mercados laborales de América Latina.
El nivel y la composición de la informalidad en el mercado laboral es un aspecto fundamental para la magnitud del impacto de las crisis sobre los trabajadores en las economías de América Latina. La informalidad podría funcionar como un amortiguador del empleo durante las épocas difíciles porque los costos de incorporarse al sector informal son menores que los costos de incorporarse al empleo formal (Arias et al. 2018). Sin embargo, este amortiguador opera de forma matizada porque el sector informal tiene un carácter notablemente heterogéneo. Los trabajadores informales abarcan desde el trabajo de subsistencia por cuenta propia —para quienes el desempleo no es una opción— hasta el trabajo dependiente informal —cuyos trabajadores pueden llegar a sufrir pérdidas de empleo por shocks negativos—, o trabajadores relativamente cualificados, que normalmente están vinculados con el sector formal y se sirven del empleo informal (incluida la economía de trabajo esporádico) como una solución temporal de empleo a empleo formal. ¿Qué significa la heterogeneidad del sector informal para las tasas de desempleo durante una crisis? Las economías con niveles más altos de trabajo de subsistencia por cuenta propia o trabajadores de pequeños encargos podrían tener niveles más bajos de desempleo en respuesta a las crisis. Si en un sector formal con un seguro de desempleo reducido o inadecuado se pierde empleo, es probable que el sector informal absorba parte de los trabajadores que de otro modo transitarían al desempleo (que se registrarían en Uber o empezarían a vender refrescos en la calle). De esta forma, una economía que a primera vista podría parecer estar más protegida contra las crisis o tener mecanismos de ajuste más flexibles, podría simplemente tener salarios de reserva más bajos debido a una informalidad más alta (y anticíclica) o a la limitada disponibilidad de prestaciones por desempleo.
Este capítulo comienza considerando el papel que desempeñan los márgenes de ajuste potenciales fundamentales del mercado laboral en seis países de la región de ALC mediante un análisis de los flujos laborales y las transiciones en la región. Las estimaciones que arroja Sousa (2021) consideran cuatro mecanismos de ajuste: desempleo, salidas de la población económicamente activa, transiciones hacia la informalidad y transiciones hacia el trabajo a tiempo parcial. Los resultados del documento indican
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que las salidas de la población activa y las transiciones hacia el trabajo a tiempo parcial no parecen constituir márgenes de ajuste significativos, pero los flujos de empleo formal e informal muestran una fuerte correlación negativa en cinco de los seis países analizados. Es decir, las reducciones en la formalidad suelen ir acompañadas de aumentos en la informalidad, y viceversa. Sin embargo, incluso en las economías con grandes sectores informales que absorben cierto exceso de mano de obra, el desempleo sigue siendo un margen significativo de ajuste a los shocks económicos en la región de ALC. Los grandes flujos brutos hacia el desempleo, a su vez, representan reducciones significativas en los ingresos de los hogares, lo que aumenta la vulnerabilidad y pobreza. Los ingresos del trabajo representan el 60 % de los ingresos de los hogares para el 40 % de los hogares más pobres en los países de ALC; entre los hogares que no viven en la pobreza, una pérdida de empleo por parte de la principal fuente de ingresos abocaría al 55 % a la pobreza.2
Este capítulo profundiza en los mecanismos implicados en el carácter cíclico del desempleo. Las fluctuaciones en el desempleo están condicionadas por cambios en las transiciones desde y hacia el desempleo: tasas de pérdida y obtención de empleo, respectivamente. Durante las recesiones económicas, dichos cambios obedecen a una mayor destrucción de puestos de trabajo (a medida que se eliminan los puestos existentes), una menor creación de puestos de trabajo (cuando no se crean nuevos puestos) y menores niveles de redistribución o rotación de puestos de trabajo, ya que menos trabajadores abandonan voluntariamente sus puestos de trabajo para buscar mejores coincidencias. Cada uno de estos factores requerirá diferentes instrumentos de intervención para abordarlos. La respectiva contribución de cada factor varía en los mercados laborales y algunos estudios de economías de altos ingresos concluyen que el desempleo cíclico obedece a reducciones en las tasas de obtención de empleo, mientras que otros estudios (como Shimer [2005], y Elsby, Hobijn y Sahin [2013]) señalan que, en lugar de ello, se acentúan por mayores tasas de separación laboral.
Los nuevos datos que se presentan en el contexto de este proyecto de investigación reflejan que el carácter cíclico de la pérdida de empleo en el empleo formal e informal es menor. En cambio, en la mayoría de los países analizados, el ajuste en el empleo durante la crisis financiera mundial de 2008 se debió a una caída en las tasas netas de obtención, que fue mayor para los trabajadores formales que para los trabajadores informales (Sousa 2021). En el contexto del sector formal, y mediante el uso de conjuntos de datos administrativos trabajador-empresa de Brasil y Ecuador, otro estudio demostró que la reducción del empleo en el sector formal durante las recesiones se debe a una reducción en la creación de empleo, en lugar de un aumento en la destrucción de empleo (Silva y Sousa 2021). Asimismo, aunque las empresas más grandes tienden a ser más productivas y resilientes que las más pequeñas, también manifiestan mayores fluctuaciones cíclicas en la demanda de mano de obra. Es decir, aunque las grandes empresas sean resilientes, es posible que el empleo en las grandes empresas no sea el más resiliente a los shocks económicos. Cuando se consideran las mayores tasas de mortalidad de las empresas pequeñas durante las crisis, las fluctuaciones del empleo son muy similares para todas las empresas, grandes o pequeñas. ¿Son los flujos de trabajadores más cíclicos entre trabajadores poco cualificados o informales que entre trabajadores formales o más cualificados? En las economías de ALC, que presentan una combinación de grandes sectores informales y diversos niveles de cualificación entre los trabajadores, parece haber una jerarquía en los costos de ajuste, en la que los trabajadores informales (que tienen menos protecciones laborales) sufren una mayor probabilidad de pérdida de empleo, independientemente de cuáles sean sus cualificaciones. En general, es más probable que los trabajadores de los quintiles de ingresos más bajos sufran transiciones laborales negativas que los trabajadores de los quintiles de ingresos más altos, pero,