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1 Presencia de efectos negativos en el empleo y efectos permanentes en los salarios

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liberalizaciones comerciales de la década de los noventa; y shocks transitorios, como las fluctuaciones de los tipos de cambio. Algunos shocks transitorios son específicos a un sector o localización, o son idiosincrásicos de un grupo particular de hogares, mientras que otros son sistémicos y afectan a toda la economía de la región. Aunque cada tipo de crisis tiene implicaciones para la productividad y el bienestar social, este estudio se centra en las crisis económicas: shocks económicos negativos y de gran magnitud —en lugar de pequeñas fluctuaciones en el PIB—, que son sistémicos, en lugar de idiosincrásicos, y transitorios, en lugar de permanentes. Por medio de nuevas estrategias de identificación y el empleo de nuevos datos, este estudio tiene como objetivo aislar los efectos de los shocks de aquellos que se deben a fuerzas seculares concomitantes que también afectan al empleo y la productividad. Por último, aunque las crisis también tienen importantes repercusiones no económicas, este estudio se centra exclusivamente en sus implicaciones económicas.

Si bien este estudio fue elaborado en el contexto de la crisis del COVID-19 e incluye un análisis de su impacto inmediato, como la evolución de la economía en 2020, el objetivo del estudio no se limita a dicha crisis. En primer lugar, dado el patrón de crisis frecuentes de la región de ALC, el estudio pretende comprender los efectos de las crisis en general —no solo de la crisis del COVID-19— en los mercados laborales de la región. En segundo lugar, para comprender cómo se ajustan los mercados laborales de la región a las crisis y desentrañar los mecanismos subyacentes que impulsan dichos ajustes, el análisis necesariamente se basa en los efectos a medio y largo plazo de crisis anteriores. Si bien la crisis del COVID-19 — que se prevé que sea la recesión del mercado laboral más grave en la historia de algunos países— es diferente a todas las crisis previas, e incluye perturbaciones de la oferta e incertidumbre prolongada, también comparte algunas características con crisis anteriores.3 Dichas características incluyen una recesión global, una fuerte caída en la demanda durante muchos meses, y estrés financiero o crisis financieras inminentes en algunos países. De hecho, los datos sobre desempleo para 2020 sugieren que la crisis del COVID-19 provocó un patrón de desempleo similar al observado en crisis anteriores, con trabajadores menos cualificados más directamente afectados que los trabajadores más cualificados, por ejemplo. Aunque el origen del shock es diferente, las similitudes de la crisis del COVID-19 con crisis anteriores sugieren que dichos eventos pueden contener lecciones importantes para la crisis actual y, lo que es aún más importante, para futuras crisis.

Este estudio propone una nueva interpretación sobre cómo se ajustan los mercados laborales de la región de ALC a las crisis, al triangular los efectos en trabajadores, sectores y empresas, y localidades. Este enfoque parte de la observación de este estudio que concluye que las pérdidas de empleo ocasionadas por las crisis son particularmente dolorosas en la región de ALC debido al lento proceso de recuperación que caracteriza a toda la región. El ritmo de creación de empleo depende de factores relacionados con la demanda, como empresas y localización, no solo de los trabajadores. ¿Cómo ajustan los sectores y las empresas el empleo y los salarios en respuesta a las crisis? ¿Qué otros márgenes de ajuste se utilizan más allá del recorte de puestos de trabajo, y cuál es su impacto a medio y largo plazo sobre la eficiencia? ¿Qué importancia tienen las características de las localidades (como, por ejemplo, la estructura económica)? Este estudio examinará en detalle cada una de estas preguntas.

Los efectos de una crisis también dependerán de una segunda dimensión crucial, una que se discutió a nivel mundial durante la crisis del COVID-19: las respuestas políticas a la crisis y si estas conectan eficazmente las consideraciones sobre bienestar social con las prioridades nacionales de crecimiento. Nadie duda de que evitar las crisis es una prioridad. Un entorno macroeconómico más estable reduce la incidencia de shocks de crecimiento, mientras que los estabilizadores automáticos, como el apoyo anticíclico a los

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