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empleo en crisis
¿Cuáles son los principales márgenes de ajuste en América Latina? El análisis anterior, que mide la ciclicidad de las transiciones laborales entre tipos de empleo, demuestra que, a pesar de que los datos ponen de manifiesto que el empleo informal funciona como un amortiguador del empleo en la región de ALC, el desempleo en la región es firmemente contracíclico (pese a las diferencias entre mercados laborales nacionales). Por el contrario, las salidas desde la población activa o los cambios hacia trabajos a tiempo parcial no parecen desempeñar un papel importante en el ajuste a las crisis de los mercados laborales de América Latina. Cabe destacar que los resultados que se presentan en esta sección hasta ahora solo reflejan los ajustes a corto plazo a las crisis: el desempleo es el principal margen de ajuste durante dicho periodo, pero a medio y largo plazo es posible que los trabajadores transiten desde el desempleo hacia la informalidad, como han demostrado Dix-Carneiro y Kovak (2019). Los resultados de esta sección reflejan cambios significativos en los flujos de América Latina hacia el desempleo durante la crisis financiera mundial, a pesar de que las estimaciones de la ley de Okun para dichos cambios en América Latina son relativamente bajas.9 Según dicha regla general, la aceleración del crecimiento del PIB en la región en 1 punto porcentual se asocia con una reducción simultánea (o con desfase de un año) de 0,2 puntos porcentuales en la tasa de desempleo. Los datos existentes sobre la región de ALC en su conjunto no permiten hacer una estimación precisa de dicha elasticidad al restringir la muestra a años de crisis. Sin embargo, la estimación, que sí es factible para Brasil y México, da como resultado una elasticidad de alrededor de 0,5 puntos porcentuales durante las crisis de la década de los años 2000. De acuerdo con esta estimación, las últimas proyecciones del impacto de la pandemia del COVID-19 sobre la región pronostican una caída del 9,1 % en el PIB regional y un aumento de 4 a 5 puntos porcentuales en la
tasa de desempleo, lo que equivaldría a una cifra insólita de 44 millones de trabajadores desempleados. El rol destacado del sector informal, tal como reflejan los resultados de esta sección, permite explicar por qué, a nivel agregado, la tasa de desempleo parece ser menos elástica a los cambios en la producción en América Latina que en las economías avanzadas, y la razón de que dicha elasticidad sea tan heterogénea en la región. Aunque los flujos hacia el desempleo constituyen un importante margen de ajuste en la región de ALC, los flujos hacia la informalidad los complementan como parte de un mismo mecanismo de ajuste. Este canal, el empleo informal, es mucho más limitado en las economías avanzadas. L os resultados de esta sección son coherentes con resultados recientes diseminados por la literatura sobre comercio internacional. Dix-Carneiro y Kovak (2019) documentan que las regiones más expuestas a la competencia extranjera tras la liberalización comercial de Brasil (en la que el país sufrió un shock negativo de comercio) sufrieron aumentos en el desempleo a medio plazo por encima del promedio nacional, pero menores de lo que habrían registrado si la informalidad no absorbiera algunos trabajadores desplazados por el comercio.
Destrucción y creación de empleo en tiempos de crisis Como se ha visto en la sección anterior, el desempleo es un margen primario de ajuste del mercado laboral en la región de ALC. Las altas tasas de informalidad de la región y las fuertes protecciones en el sector formal implican grandes diferencias entre los dos tipos de empleos en los costos de ajuste de los empleadores. La destrucción de puestos de trabajo en el sector formal puede resultar costosa debido a las obligaciones contractuales y legales que contraen los empleadores, mientras que la destrucción de empleo en el sector informal es relativamente gratuita para los empleadores, especialmente en el caso de los puestos de trabajo que requieren