H a c i a u n a r e s p u e s t a p o l í t i c a i n t e g r a d a
su baja integración en el mercado interno. Las estructuras de mercado, influidas, por ejemplo, por la calidad o cantidad de las infraestructuras de transporte, o el nivel de competencia en los servicios de transporte y distribución, se aproximaron mediante efectos fijos de localización y, por tanto, se demostró que conducían a diferencias significativas en las tasas de transferencia arancelaria entre regiones metropolitanas. En China se han observado efectos igualmente heterogéneos de los shocks de la liberalización del comercio entre las localidades (Han et al. 2016) e India (Marchand, 2012) y México (Nicita 2009). Por ejemplo, tras la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio, la estructura del mercado a nivel de ciudad (medida por la participación del sector privado en los servicios de distribución y en la producción de bienes finales afectados por el shock, como indicadores del nivel de competencia) generó diferencias en la transferencia de los precios arancelarios entre ciudades: los precios respondieron más al shock comercial en las ciudades que se beneficiaron de una mayor competencia (Han et al. 2016). ¿Qué se debe hacer? El capítulo 3 demuestra que la región de ALC afronta problemas estructurales que afectan a la magnitud de los impactos de las crisis sobre los trabajadores. Las implicaciones políticas de dichos resultados y la literatura afín suponen que, incluso si las políticas macroeconómicas y del mercado laboral son impecables y se aplican sin mayores dificultades, los mejores resultados para los trabajadores podrían lograrse al complementar estas políticas con políticas sectoriales y locales para abordar los problemas estructurales que impiden fuertes recuperaciones de las crisis y tienen efectos duraderos en la productividad, como se describe en este informe. Este cambio implicaría abordar las ineficiencias en el ajuste del mercado laboral causadas por la normativa laboral, las estructuras del mercado de productos, la falta de movilidad geográfica y áreas deprimidas. En conjunto, en el gráfico 4.18 se ilustra una caracterización
más completa de las áreas de política prioritarias para abordar dichos problemas estructurales (dimensión de política 3).
Conclusión Este capítulo ha analizado las implicaciones del estudio desarrollado para las políticas y el contexto actual de la región de ALC. El capítulo ha argumentado que las respuestas políticas de los países de ALC a las crisis deben abordar directamente tres dimensiones fundamentales del ajuste. Estas dimensiones no son incompatibles y cobran diferentes grados de relevancia en función del país/entorno. Requieren una formulación de política triple. La primera medida de actuación incluye políticas que conducen a menores crisis y que, a nivel agregado, suavizan sus impactos. Reducir el número de crisis requiere crear un entorno macroeconómico más estable y establecer «estabilizadores automáticos» adecuados que brinden un apoyo anticíclico a los ingresos, financiado con fondos públicos para personas afectadas negativamente por los ajustes del mercado laboral. Las políticas macroeconómicas (fiscales y monetarias) prudentes previenen ciertos tipos de crisis y garantizan el espacio fiscal necesario para ofrecer apoyo y evitar tensiones financieras en el sistema cuando acontecen otros tipos de crisis. Además, los acuerdos de protección de los ingresos gestionados en el ámbito nacional, como el seguro de desempleo, han suavizado el consumo y funcionado como un estabilizador automático en la mayoría de los países de la OCDE. Los costos de estos programas y la menor base impositiva de la región de ALC podrían requerir un enfoque diferente para la ampliación de dichos programas en la región, como combinar el ahorro individual y la participación común en la cobertura de los riesgos. Otros mecanismos alternativos posibles consisten en convertir los planes de conservación del empleo, que actualmente se están empleando en la crisis del COVID-19, en componentes permanentes de las respectivas economías de los países de ALC, lo que podría lograrse al vincularlos al estado y
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