HOMENAJE De vez en cuando les veo por los pasillos. Son como sombras que de puntillas pasan para no hacer ruido. Llevan la cartera de plástico que les dieron en
la
última
Junta
de
Accionistas.
¿Sienten
vergüenza?
¿O
quizás
remordimiento?. Siempre llevan prisa..................¿De qué?. Su vergüenza no procede de su timidez, sino de nuestra falta de educación. Es nuestra vergüenza y no la suya la que se refleja en su cara. Su remordimiento no es el suyo, sino el nuestro, el que nos falta, el que no tenemos. Son jubilados, el personal pasivo, los que tímidamente llaman al despacho que ellos soñaron e hicieron realidad, los que piden por favor una información, cuyo circuito quizás ellos crearon. Piensan que su Caja no es esta Caja. Vivieron años democráticos, años de guerra y de dictadura. Hicieron del Estatuto de 1933 una forma de convivencia mas humana. Aguantaron, lucharon y ahondaron en la tierra para que los cimientos fueran profundos, tan profundos que soportaron el crecimiento. Fueron años difíciles, muy duros........... Derribaron una Sede Social, y con ella otra Caja, y sobre el mismo suelo elevaron el hormigón de la nueva Caja, la que hemos heredado. Cambiaron el ladrillo, la piedra y la madera, por el hormigón, el mármol y la moqueta, dejando una base sólida sobre la que nosotros hemos podido crecer hasta alcanzar cotas ni por ellos soñadas, pero que sin ellos, nunca hubieran sido realidad. A estos hombres quiero brindar mi humilde escrito, y decirles una simple palabra GRACIAS. Para estos hombres os pido a todos, comprensión, cariño, amabilidad, gratitud y el homenaje de una sonrisa que les recuerde que están en su Caja, en nuestra Caja. A. Montero
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