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las Cajas de Ahorros Pero, en verdad existe la profesión de Cajas de Ahorros
NAVIDAD 1986
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Las Cajas de Ahorros españolas son "empresas financieras". El sujeto "empresa" supone la existencia de un mercado en un sistema de libre competencia, con sus demandas, ofertas, competidores, reglas de funcionamiento, etc.., conceptos o normas - como quieran titularse - asumidos por vocación o emanados directamente de quienes pueden o tienen la responsabilidad de aplicarlos.
El adjetivo "financiera" representa el encuadramiento en un sector específico del entramado empresarial, donde los conceptos y las reglas son todavía más complejos y desconocidos para muchos, que los de la economía real.
Pero también a las Cajas de Ahorros hay que considerarlas como organización de personas con características diferenciadoras de otras instituciones financieras que llegan, a veces, a cuestionar no sólo la base legal de su personalidad jurídica, sino, incluso, la propiedad de la institución.
Normalmente, como le ocurre a la rosa, cuanto más difícil es definir un complejo unitario, más bello resulta. Por eso, olvidémonos de intentar recoger en una frase el concepto - de definirlo, en resumen - y dejemos que la rosa siga siendo bella en su imperfección y las Cajas de Ahorros sean fuertes en su mística.
Sin embargo, podemos intentar, al menos, concretar o explicar algunos de los componentes de ese complejo unitario, ya sean pétalos, aromas o espinas de la rosa; empleados, clientes o entramado organizativo de las Cajas de Ahorros. Por profesión y puesto que no soy ni poeta ni jardinero, trataré de explicar la vocación de empleado de Caja de Ahorros.
Sin lugar a dudas, uno de los rasgos diferenciadores más importantes de las Cajas de Ahorros, en comparación con otras empresas
financieras, es el personal como colectivo que define y configura una parte de la organización.
No cabe duda que la antigüedad, o mejor aún, la perspectiva histórica de las Cajas condiciona generalmente las actitudes de su empleados, hasta tal punto que al cabo de pocos meses de atender, trabajar o dar servicio a los clientes, adquiere una pátina especial, como si por un crisol hubiera pasado.
Se podrá decir y con razón, que no sólo las Cajas de Ahorros tienen esa pátina especial y diferenciadora, sino que todas las empresas "excelentes" lo son en cuanto a su principal activo no contable - su personal sigue y persigue unas determinadas normas de comportamiento o tienen "cultura empresarial" como ahora dicen los que están impuestos en "lo IN" del management moderno de dirección empresarial. O, incluso, se dirá que cada Caja de Ahorros es diferente en lo que respecta a su "cultura" y, por lo tanto, también a las actitudes de su personal. Pero no es menos cierto que, al menos hasta ahora, las distintas Cajas, incluso con la singularidad que les caracteriza, tienen un conjunto de cualidades homogéneas que permiten tratarlas como "sector unitario".
Vuelvo a la pregunta inicial: ¿Cuál es la profesión de Caja de Ahorros"? ¿Cómo son - o cómo deben ser - los empleados de Caja de Ahorros para que puedan adquirir la categoría de "profesión"?.
Damos por supuesto la "formación" técnica, teórica y práctica en el conocimiento de la profesión, es decir, aquello que se aprende en la escuela, academia, universidad o en cursos de la empresa; formación que es necesaria y casi imprescindible, pero no suficiente para alcanzar el grado de profesión de Caja de Ahorros.
Creo que además de lo dicho en el párrafo anterior, la mejor solución para contestar a mis propias preguntas es buscar el "ser" y el "no ser" del empleado, es decir, de la profesión de Caja de Ahorros.
Así la profesión de Caja de Ahorros supone:
1.- SER obsesivo en la atención al cliente, por la atención al cliente. Considerar siempre que la supervivencia de la empresa depende del
cliente y de su confianza en la Caja, y no del "mercado", de los "productos" o de la "organización".
2.- SER consciente de que se forma parte de una organización donde hay personas con grandezas y debilidades. Recibir los problemas con paz si son trágicos y sin dramatizar si son sencillos.
3.- SER permeable a la innovación o a la aceptación de nuevas ideas o nuevas formas del quehacer diario. Buscar activamente la formación e información allí donde se encuentre, sin esperar a recibirla.
4.- SER innovador en el puesto de trabajo proponiendo nuevas formas de atención al cliente, mejora de sistemas o facilitando las tareas a otros compañeros.
Pero también la profesión de Caja de Ahorros supone:
1.- NO SER desleal con los compañeros, con la familia o con la Caja. Deslealtad existe cuando:
* No admitimos las críticas constructivas, no ayudamos al compañero a resolver sus deficiencias, no le facilitamos la formación o no propiciamos la autoformación.
* No dedicamos tiempo suficiente a la familia, cuando olvidamos que el trabajo es sólo un aspecto de nuestra vida que necesita desenvolverse, perfeccionarse y completarse en otros muchos campos.
* Vulneramos la ética profesional, forme parte o no cada regla ética del entorno jurídico penal o laboral.
* Se utiliza nuestro puesto de trabajo o nuestro status en la organización para beneficiarnos de ingresos, comisiones o ayudas financieras al margen de las derivadas de la relación laboral.
2.- NO SER burocrático, lo que debe suponer la primacía de las ideas, del servicio al cliente, de la innovación, sobre los formularios, la máquina y la rutina de los manuales.
Supongo, querido lector, que tu imaginación y conocimiento global de las Cajas de Ahorros y en particular de tu rol en la empresa, encontrarán muchos más "seres" y algunos pocos "no seres"; pero lo importante, a mi juicio, es poner manos a la obra y como dice Paul Valery: "Pensar es fácil, obrar es difícil, pero lo más difícil de todo es obrar en conformidad con aquello que se piensa".
¡FELIZ NAVIDAD! ANGEL MONTERO PEREZ