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Homenaje (Antonio Medina
"El Maestro en el Arte de la Vida no distingue entre:
Su trabajo y su juego Su trabajo y su ocio Su mente y su cuerpo Su educación y su recreación Su amor y su religión
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Apenas distingue cuál es cuál. Simplemente percibe su visión de la excelencia en todo lo que hace, dejando que otros decidan si él está jugando o trabajando.
A sus propios ojos siempre está haciendo las dos cosas"
(Texto ZEN).
"HOMENAJE" (ANTONIO MEDINA). NAVIDAD 1994
- No te preocupes, el "Gran Hermano" no te fallará nunca - me dijeron sus hijos. - Sí, de acuerdo, pero ¿cómo voy a saber dónde encontrarle? - pregunté angustiado. - No tienes más que estar en silencio un rato, y lo que él pensaría en ese momento llegará a ti y podrás llevarlo a cabo como hubieseis hecho juntos.
Efectivamente, me quedé en silencio y sentí la voz suave y cantarina de Antonio que quería traspasar mi corazón y llegar a mi memoria sin pasar por la razón.
- Aquí donde estoy - oí que decía mi corazón - hay muchas estancias,
en las que la jerarquía es la perfección misma. Te puedo asegurar que estoy cerca, muy cerca de la estancia de mayor grado. Para llegar a la que Dios me tiene asignada preciso, pues la impensada salida de mi cuerpo me lo impidió, dar a mis amigos las palabras, impresiones, sentimientos y esperanzas que resumen y definen mi vida profesional. Mi paso terrenal fue una simbiosis de familia y Caja, de vida interior y servicio a todos mis amigos y hasta no amigos. Sabes muy bien, Ángel, que tuve en la vida la enorme
suerte de jugar trabajando, de compartir religión y amor. Pero parece ser que algo me dejé pendiente por allá, en el mundo. Algo parecido a un CREDO para las Cajas de Ahorro o de las Cajas de Ahorro, síntesis de mis reflexiones y de mis soledades.
Eso lo entiendo - pensé -, está muy bien, pero ¿qué puedo hacer yo salvo prestarte mi pluma, que difícilmente resolverá el tema que planteas? Alguien o todos dirán que son mis palabras y no tus sentimientos.
- ¡Qué va! El favor que te pido es más fácil, mucho más sencillo.
Simplemente tienes que buscar entre mis papeles, corregir en su caso alguna frase, poner quizá algunas comas.
Dejé pasar unos días y solicité a Maribel me dejara husmear entre los libros de su querido Jefe. Al poco de empezar a mirar y ojear los libros sobre el pensamiento directivo topé con el viejo profesor Peter F.Drucker y su último y maravilloso compendio "La Sociedad poscapitalista". De entre sus hojas capturé dos cuartillas con letra menuda, clara, sin palabra alguna tachada, como escritas de un tirón.
Su lectura me emocionó. Recordé largas parrafadas sobre la excelencia en la empresa, sobre el ser y el querer de las Cajas de Ahorros, sobre la responsabilidad, sobre la vocación y la devoción, sobre la centralización y el control, sobre las personas, sus motivaciones y circunstancias.
Con satisfacción transcribo a continuación, amigo lector, el texto que encontré entre sus papeles. Me consta que tú que conociste a nuestro amigo y estoy seguro le admiraste y ahora le recuerdas, sabrás comprender sus palabras que, sin corrección alguna, y en su homenaje paso a copiar.
"CREDO PROFESIONAL
CREO en la vigencia de los principios fundacionales que inspiraron la creación de las Cajas de Ahorro: el fomento de la virtud del ahorro y la solidaridad.
CREO en la responsabilidad social de la empresa, que si bien ha de conseguir a medio y largo plazo excedentes económicos suficientes para asegurar su supervivencia, no debe pretender por ello maximizar los beneficios.
CREO en el dogma, en cuanto es verdad revelada por las leyes, decretos, órdenes ministeriales y circulares, pero fundamentalmente
CREO en la liturgia de la ética y la estética, que en nuestra profesión ha sido el elemento básico para la supervivencia, incluso por encima del dogma.
CREO que lo más importante de las Cajas de Ahorro son sus clientes, todos, y que todos merecen igual trato y el mayor y más eficaz de los esfuerzos.
CREO que el factor principal de toda empresa es su personal, a quien debe requerírsele colaboración, participación y entrega, pero a quien, por respeto a su dignidad humana, se le deben proporcionar medios suficientes para disfrutar del más alto nivel espiritual y material.
CREO que toda persona debe asumir su responsabilidad plenamente, sin delegarla ni compartirla, por muy fluidos y amplios que sean los sistemas de descentralización.
CREO que nuestra vida cobra su más alto significado al dedicarla al servicio del prójimo, allí dónde nuestras circunstancias, nuestra vocación o simplemente nuestro destino nos han colocado en cada momento.
CREO en la sociedad civil, en los hombres buenos y generosos, que son mayoría, en la honestidad que siempre "paga" y en el derecho de toda persona a asumir su compromiso ético.
CREO en el Padre Piquer que está en los Cielos y vela por los siglos de los siglos por su Fundación.
A. M."
¡FELIZ NAVIDAD! ANGEL MONTERO PEREZ