LOS DÍAS MÁS AGRIOS Todos los pensamientos me llevan a recodarla a ella. Todo pasó tan rápido, de un día para otro. Verla a mi lado: reír, llorar, abrazarla cuando se sentía sola. Aún guardo la sensación horrenda en mi pecho cuando llamaron para decir que murió. Pude haberla cuidado más, ahora no está. La extraño demasiado!, quiero verla!, que me vea cumplir todo aquello que le decía que haría. Basta! No sirven lamentaciones. Siempre he creído que las cosas pasan por algo. Pero, ¿así tenía que pasar? Cada noche cuando la depresión me invade, me pregunto si ella me ve desde algún lado, dicen que todos los seres de alma noble van al cielo, sé que ella está allá. Quiero que me ayudes a controlar toda esta depresión. Aún falta tiempo para que termine todo esto. La desesperación me irrumpe, soy prisionera de la ansiedad, soy presa de lo que aún no viene y tal vez de lo que no vendrá.
(Celia Yanira Flores Aramburu)
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