REPRESENTACIÓN GREMIAL
El POT, la oportunidad para que Bogotá recupere su
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as políticas de ordenamiento territorial son fundamentales para crear un ambiente propicio para que puedan desarrollarse el trabajo, la inversión, el consumo, el ahorro, y, en general, todas las variables económicas que se dan en las relaciones sociales de un territorio. En ese sentido, los planes de ordenamiento territorial deben garantizar el uso de suelo para que el tejido empresarial de diferentes escalas y con actividades económicas de distintas naturalezas, puedan desenvolverse. Este hecho se reafirma luego de que en 2020 el mundo atravesara la crisis económica más grande de la historia, pues evidenció con creces que es necesario que los países garanticen con suficiencia la demanda de bienes y servicios en momentos críticos, como sucedió en dicha situación con tapabocas, ventiladores, tela quirúrgica, entre muchos otros. Una reactivación económica ágil y sostenible, que mantenga y recupere el tejido empresarial y empleo perdidos durante la pandemia, exige una política territorial acorde. Por supuesto, como era una situación imprevisible, ni el POT vigente (Decreto Distrital 140 de 2004) ni las propuestas presentadas por las administraciones Petro y Peñalosa contemplaron dichos menesteres. Por el contrario, en el caso del último, el riesgo para la manufactura y las actividades económicas que se encuentran por fuera de la economía naranja era bastante alto, pues permitía no sólo el uso residencial principal en las zonas industriales, sino que las cercaba con Áreas de Desarrollo Naranja. Por su parte, al aplicar ciencia, tecnología e innovación de manera intensiva y constante, la industria manufacturera requiere empleo calificado, estable y bien remunerado, así como genera mayores encadenamientos hacia atrás y hacia adelante. Esto concluye en que los productos terminados contienen alto valor agregado y se goza de la virtud de tener la capacidad de crear riqueza. Así es como el uso de suelo industrial, que le brinda garantías a la manufactura para permanecer bajo reglas y garantías, es imprescindible para la reactivación y el desarrollo económico que necesita la ciudad, así como también es indispensable que se desarrollen las iniciativas que impulsen el sector logístico, en el caso de la malla vial; se potencien las aglomeraciones productivas artesanales, industriales y comerciales; y se apoye a sectores tan golpeados como el de la pequeña hotelería y turismo.
{ 32 } MAYO-OCTUBRE/2021 - EDICIÓN Nº17
Aciertos • • •
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Reconoce el desafío económico por el que pasa la ciudad, la necesidad de la reactivación, y se enfoca en la creación de empleo y valor agregado. Pretende crear un ambiente propicio para mantener, recuperar y crear el tejido empresarial. Busca cualificar las aglomeraciones productivas, garantizar la permanencia de las actividades económicas en el territorio, y protege parcialmente las zonas industriales. Desarrolla los usos de suelo industriales, permitiendo que las actividades económicas manufactureras puedan permanecer en el territorio. Propone “Sectores incompatibles con uso residencial” en algunos sectores de las zonas industriales.
Riesgos •
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A pesar de “Sectores incompatibles con uso residencial” y condiciones que debe cumplir el uso residencial complementario, permitir la coexistencia de este en otras partes de las industriales, así como de otros usos principales que pueden cambiar la vocación. Una parte de la zona industrial de Puente Aranda sería receptora de VIS. Los tratamientos urbanísticos de Renovación Urbana en Zonas industriales pueden dar lugar a que se construya vivienda. El trámite para obtener concepto previo y reconocimiento de industrias existentes es largo y demorado. Mantiene el modelo de la economía naranja (Estrategia de Especialización Inteligente) Plantea la posibilidad de que se podrían implantar Áreas de Desarrollo Naranja en cualquier parte de la ciudad, sin excluir las zonas industriales.
Por tales motivos, es imperativo que las zonas industriales de Bogotá se protejan y consoliden, pues ya han recibido varios “mordiscos” de planes parciales, que le cambian la vocación productiva por residencial a ese suelo, y existe el riesgo de nuevos planes parciales que se encuentran en trámite. También es fundamental que se fortalezcan las aglomeraciones productivas, zonas comerciales y el tejido empresarial barrial, propendiendo por la diversificación de economía capitalina. La propuesta de POT tiene avances importantes en lo que a economía respecta, pero aún tiene aspectos por mejorar. Que esta sea una oportunidad para que Bogotá recupere su capacidad de crear riqueza