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El envejecimiento demográfico y su impacto en el mercado laboral colombiano: ¿Qué nos dicen los resultados del Censo 2018?

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ACTUALIDAD EMPRESARIAL

Equipo Técnico Subdirección de Análisis, Monitoreo y Prospectiva Laboral- Ministerio del Trabajo 1

La Subdirección de Análisis, Monitoreo y Prospectiva Laboral del Ministerio del Trabajo elaboró un estudio técnico sobre impactos del envejecimiento demográfico en el mercado laboral a partir de los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, CNPV-2018 1.

El análisis realizado muestra que Colombia está cambiando rápidamente su perfil demográfico. En primer lugar, se acentuó el proceso de envejecimiento demográfico, evidenciado en la reducción de la base de la pirámide poblacional en favor de un ensanchamiento de las zonas medias y superiores, donde actualmente las personas de 60 y más años representan el 18,6 % de la población total. Así mismo, las mayores ganancias en la esperanza de vida se presentaron en los últimos 35 años, es decir que el país en unos pocos decenios ganó tantos años de esperanza de vida como algunos países desarrollados en un siglo.

En segundo lugar, en los últimos cinco años Colombia empezó a transformarse de país expulsor a país receptor de población migrante. Entre 2015-2020 alcanzó una tasa bruta de migración positiva de 5,5 por mil, influenciada directamente por el fenómeno inmigratorio desde Venezuela.

Es importante también el incremento de entradas de extranjeros que declaran el “trabajo” como principal motivo de ingreso, lo cual significaría que los extranjeros están interesados en ingresar al país para permanecer por un tiempo determinado y desarrollar actividades laborales en las empresas del país o buscar una actividad generadora de ingresos en el sector informal.

En tercer lugar, la población potencialmente activa (15 a 64 años) se está envejeciendo de manera acelerada, fenómeno que se visualiza al tomar en cuenta el Índice de Juventud de la Población Activa, IJPA, que relaciona la mitad más joven (15-39 años) con la más vieja (40-64 años). Entre 2001- 2017, por cada cien personas entre 40 y 64 años había 163 entre 15 y 39 años. Actualmente, este índice bajó significativamente a 118 y, después del 2049, se ubicará por debajo de 100, lo cual indicará que la población potencialmente activa se habrá envejecido de manera absoluta (Tabla 1).

A nivel departamental, los resultados del CNPV-2018 permiten observar un ritmo diferenciado en los patrones de crecimiento y de transición hacia el envejecimiento. El panorama departamental tiene una tendencia entre moderada y acelerada hacia el envejecimiento demográfico de la mayor parte de los territorios que, por su importancia socioeconómica, son los que concentran los mercados de trabajo más diversificados, tienen una alta concentración de su población en las áreas urbanas y poseen una dinámica muy fuerte en sus flujos poblacionales.

La mayor parte de los departamentos con procesos acelerados de envejecimiento demográfico se ubican en la región andina, especialmente Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima, Valle del Cauca, Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Santander y la ciudad de Bogotá (Ver Gráfico 1 en la siguiente página).

Los tres retos fundamentales que surgen con el envejecimiento demográfico de la población y su impacto en el mercado laboral son los siguientes:

• Informalidad laboral. Este es, sin lugar a duda, el primer gran reto del envejecimiento demográfico. Actualmente, más del 60 % de la población ocupada no cotiza a pensión. El 75 % tiene 61 y más años, y el 64 %, está entre los 18 y 28 años. Teniendo en cuenta que la informalidad laboral tiene en cuenta el ciclo de vida laboral de la población, la problemática puede profundizarse en los próximos años si no se toman las medidas necesarias para reducir significativamente la proporción de población informal en el total de ocupados.

• Aprovechamiento del bono de género. Uno de los segmentos de población que requiere de priorización en las políticas públicas de empleo es el de las mujeres. Primero, es necesario incrementar su participación laboral y, segundo, se deben mejorar sus condiciones de formalidad laboral. Una de las estrategias podría ser a través del diseño y puesta en marcha de programas de cuidado para personas adultas mayores y niños menores de seis años que podrían estar a cargo de empresas que contraten prioritariamente a mujeres.

• Envejecimiento regional diferenciado. El proceso de envejecimiento tiene notables diferencias regionales, siendo una de ellas que los departamentos más envejecidos van a requerir fuerza de trabajo joven. Una de las medidas que se podrían tomar estaría concentrada en la puesta en marcha de programas de migración temporal orientados a garantizar fuerza de trabajo en aquellos sectores de la economía que requieran trabajadores adicionales por incrementos de producción o ciclos económicos favorables.

Así entonces, para el país es de vital importancia entender que estas transformaciones demográficas imponen retos para la formulación de políticas públicas: no es lo mismo planear para un país en el que predomina la población joven que para otro en el que empieza a cobrar importancia la participación de las personas adultas mayores.

Consulte el artículo completo con gráficas e infografías

en:https://issuu.com/acopibogotacundinamarca/docs/pyme-ed17_-digital/s/13888538

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