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La Alquería, el sector textil más importante de la capital, entre el abandono estatal y la negligencia distrital
REPRESENTACIÓN GREMIAL
Yilmar Celis, presidente de Asotexco
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La Alquería es uno de los principales sectores económicos de Bogotá. Alberga más de 1.100 empresas especializadas en la distribución al por mayor y al por menor de textiles e insumos para la confección. El 40% de las empresas del sector son micros y generan más de 4.000 empleos directos, además de dinamizar economías complementarias como satélites de confección de cortinas, lencería para el hogar, dotaciones, venta de máquinas y todo tipo de insumos para la confección. La dinámica económica del sector mueve alrededor de $50 mil millones y 50 contenedores de producto a la semana, lo que evidencia su importancia dentro de la cadena de abastecimiento del clúster de moda y confección.
Pese a su relevancia económica, La Alquería se ha visto amenazada por circunstancias locales y nacionales. Actualmente, los comerciantes del sector mantienen una discusión con el Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, a causa del denominado “Paseo Comercial La Alquería”, firmado por el exalcalde Enrique Peñalosa antes de finalizar su mandato.
El proyecto busca ampliar los andenes del corredor principal de la zona comercial (Carrera 52 C), reduciendo la calzada y amenazando la movilidad y el parqueo, pues no incluye zonas de cargue y descargue, lo que traerá consigo problemas económicos que en algunos almacenes se traducirá en desempleo.
Debate no menor es la construcción de Transmilenio por la Avenida 68, proyecto que amenaza a los establecimientos ubicados sobre la arteria vial y pronostica problemas de inseguridad para la zona, como ya ha sucedido en otros tramos donde se han intervenido los terrenos.
Las proyecciones urbanísticas sobre La Alquería no van de la mano con la recuperación económica una vez superados los cierres por la pandemia del COVID-19 y los bloqueos en el marco del paro nacional. Por el contrario, ponen en riesgo al sector textil y en general al comercio de La Alquería, justo en el momento en que más necesita de apoyo para poder superar la crisis.
Asotexco ha participado en la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, con la finalidad de que este sector obtenga el reconocimiento comercial adecuado y se ajuste el uso de los suelos de esta zona, propiciando avances en términos de movilidad.
En lo que corresponde al panorama nacional, la situación no es mejor para los textileros de La Alquería. Guillermo Criado, gerente comercial de la empresa textil, PatPrimo, expresa que “cerca del 35 % del mercado de las confecciones en el país está en manos de los importadores y un 30 % de los contrabandistas”. Esto muestra el abandono estatal en el que están sometidos la industria nacional y el sector textil y de confección.
En las últimas dos décadas no se han generado políticas proteccionistas que apoyen al sector textil nacional ni tampoco ha existido una lucha adecuada en contra del contrabando. La negligencia de gobiernos anteriores ha llevado a los confeccionistas y textileros del país al borde de la crisis.
De acuerdo con MARO-Colombia Productiva, en diez años las importaciones de prendas de vestir crecieron un 103 %, mientras que las importaciones chinas crecieron en un 94 %. Esta situación ha puesto en desventaja al empresario nacional. Mientras que se sigan importando telas y prendas a costos con los que el producto nacional no puede competir y, mientras no haya un verdadero apoyo al confeccionista y textilero, no habrá forma que la industria y el comercio nacional puedan salir de la crisis.
La Cámara Colombiana de la Confección y Afines ha denunciado que el sector nacional se encuentra en una gran desventaja frente al extranjero, expresando que la operación y mano de obra en Colombia obliga a que los costos de producción sean mayores. El gremio ha manifestado que permitir importaciones con países con los que no se tienen acuerdos comerciales está generando ganancias por fuera del país y pérdidas monetarias y de empleo en el interior.
Es imprescindible que a la hora de hacer las planeaciones urbanísticas se tengan en cuenta las verdaderas necesidades del sector comercial de La Alquería y se piense en mejorar la economía de la capital, a fin de que las decisiones no generen el efecto contrario.
También es necesario que a nivel nacional se aprueben políticas que apoyen la industria nacional, y en especial, el sector de la confección, entendiendo que la cadena de producción es como una fila de dominó: una vez caída la ficha de las confecciones, la siguiente será la textil y arrastrará consigo a otros sectores.